Posted: 27 Nov 2014 07:00 PM PST
Nuevas
observaciones del telescopio VLT (Very Large Telescope) de ESO, en
Chile, han revelado la existencia de alineaciones de las estructuras más
grandes jamás descubiertas en el universo. Un equipo europeo de
investigación ha descubierto que los ejes de rotación de los agujeros
negros supermasivos centrales, en una muestra de cuásares, son paralelos
entre sí a distancias de miles de millones de años luz. El equipo
también ha desvelado que los ejes de rotación de estos cuásares tienden a
alinearse con las vastas estructuras de la red cósmica en la que
residen.
Los cuásares son
galaxias con agujeros negros supermasivos muy activos en sus centros.
Estos agujeros negros están rodeados por discos de material
extremadamente caliente que giran, por lo que a menudo expulsan parte de
ese material en forma de largos chorros a lo largo de sus ejes de
rotación de giro. Los cuásares pueden brillar más que todas las
estrellas del resto de las galaxias juntas.
Un equipo liderado
por Damien Hutsemékers, de la Universidad de Lieja (Bélgica), utilizó el
instrumento FORS, instalado en el VLT, para estudiar 93 cuásares que se
sabía formaban grandes agrupaciones repartidas a lo largo de miles de
millones de años luz, en un momento en el que el universo tenía
alrededor de un tercio de su edad actual.
"La primera cosa
extraña que percibimos fue que algunos de los ejes de rotación de los
quásares se alinearan unos con respecto a otros, a pesar de que estos
cuásares están separados por miles de millones de años luz", dijo
Hutsemékers.
El equipo fue más allá y estudió si los ejes de
rotación estaban vinculados, no sólo a los demás, sino también a la
estructura del universo a gran escala en aquel momento.
Cuando
los astrónomos observan la distribución de las galaxias en escalas de
miles de millones de años luz, ven que no están distribuidas
uniformemente. Forman una red cósmica de filamentos y cúmulos alrededor
de enormes espacios vacíos donde escasean las galaxias. Esta intrigante y
hermosa composición de material se conoce como estructura a gran escala
del universo.
Los nuevos resultados del VLT indican que los
ejes de rotación de los cuásares tienden a ser paralelos a las
estructuras a gran escala en las que se encuentran. Así que, si los
quásares están en un filamento largo, los giros de los agujeros negros
centrales apuntarán a lo largo del filamento. Los investigadores estiman
que la probabilidad de que estas alineaciones sean simplemente fruto de
la casualidad es de menos del 1%.
"Una correlación entre la
orientación de los cuásares y la estructura a la que pertenecen es una
importante predicción de modelos numéricos de evolución de nuestro
universo. Nuestros datos proporcionan la confirmación de la primera
observación de este efecto, a escala mucho mayor que lo que había sido
observado hasta la fecha para las galaxias normales”, añade Dominique
Sluse, del Instituto Argelander de Astronomía en Bonn (Alemania) y la
Universidad de Lieja.
El equipo no podía ver directamente ni los
ejes de rotación ni los chorros de los cuásares. En su lugar, se midió
la polarización de la luz de cada cuásar y, para 19 de ellos,
encontraron una señal significativamente polarizada. La dirección de
esta polarización, combinada con otra información, podría utilizarse
para deducir el ángulo del disco de acreción y, por lo tanto, la
dirección del eje de giro del cuásar.
"Las alineaciones en los
nuevos datos, en escalas incluso más grandes que las predicciones
actuales de las simulaciones, pueden ser un indicio de que hay un
ingrediente que falta en nuestros modelos actuales del cosmos", concluye
Dominique Sluse.
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