Me despierto a las cuatro y cuarto de la matina, y tomo mis prismáticos. Quería ver si se observaba hacia el Este,. Júpiter. Efectivamente, está ahí. Con una magnitud de uno o dos. Luego voy al patio,siempre con mis prismáticos, ya que el telescopio Antares, lo tengo enferrmito,sin su tornillo de base, y hacia el Este noto el resplandor de la Luna, cubierta por el monoblock. No la veo,pero si alcanzo a ver una luz tenue, mientras se pierde hacia el horizonte Este.
Después voy viendo estrellas, de magnitudes entre cuatro y seis. Noto unas veinte. Alcanzo a ver algunas al norte, que luego me doy cuenta,son de Orión. Rigel, Betelgeuse, El cinturón, Sirio y Canopus, cerca del cenit. Esperé en vano a la táuridas, la lluvia de estrellas, de estos dias. La observación con los largavistas dura unos 35 minutos. Con un seeing, despejado, y una temperatura de -según la televisión- 14,6 grados. El cielo azul oscuro, y las estrellas, azules, muy bellas, bonitas. Conté unas 21, mas o menos. En una noche, con Luna creciente, y que ella-Selene-se encontraba cayendo hacia el Este. Ah, pude ver tenue, en Orión,la nebulosa, formativa de estrellas, que suele notarse fácilmente. A pesar de las luminarias del barrio.
La noche fue matizada por un café,tibio, que saborée mientras veia el cielo.
¡Buenos y despejados cielos para todos y todas!.
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