Posted: 05 Jan 2015 01:00 AM PST
Medir
la distancia estándar del universo es un aspecto clave para comprender
su expansión. También llamada 'regla estándar', esta distancia es un
patrón de longitud 'grabado' en la agrupación de materia que crearon las
variaciones de densidad en el universo temprano (unos 400.000 años
después del Big Bang). Hasta ahora, su tamaño solo se había podido
estimar mediante modelos teóricos basados en la relatividad general,
utilizados para explicar la gravedad a gran escala.
Dado
que la regla estándar es una medida constante, comparar su tamaño real
con el que muestra en el espacio permite medir a qué distancia se
encuentra de la Tierra. Este enfoque basado en datos, unido a un
incremento de la cantidad de datos observacionales, puede proporcionar
medidas precisas que permitirán dar respuesta a grandes cuestiones
relacionadas con la aceleración del universo y la energía oscura.
Ahora,
investigadores de la Universidad de Barcelona, en España, y el Imperial
College de Londres, en Reino Unido, por primera vez han efectuado
mediciones astronómicas de la distancia estándar del universo con datos
observacionales.
El patrón de longitud utilizado en este
estudio, que permanece inalterado desde entonces, es la escala de
oscilaciones acústicas de bariones. Los investigadores han calculado que
dicha longitud corresponde a 143 megaparsecs (unos 480 millones de años
luz), cifra similar a la que apuntan las predicciones vigentes basadas
en modelos sujetos a la relatividad general.
Tradicionalmente,
en cosmología, la relatividad general ha desempeñado un papel
fundamental en la mayoría de modelos e interpretaciones. Este estudio,
publicado en la revista Physical Review Letters, demuestra que los datos
observacionales disponibles son suficientes para medir la geometría y
la expansión del Universo sin considerar estimaciones derivadas de la
relatividad general.
La teoría de la relatividad general de
Einstein sustituyó a la ley de Newton y se aceptó como válida para
explicar el comportamiento de la gravedad a gran escala. Numerosos
modelos astronómicos se basan en la relatividad general, incluidos
aquellos que tratan de explicar la expansión del universo y los agujeros
negros. No obstante, todavía quedan algunos aspectos sin resolver en
torno a esta teoría. Por ejemplo, la relatividad general no concuerda
con las leyes de la física cuántica y esta debe extrapolarse a otros
órdenes de magnitud para poder aplicarla a escenarios cosmológicos.
Ninguna otra ley de la física se ha extrapolado tanto sin ser ajustada,
por lo que su adopción todavía puede cuestionarse.
Según Raúl
Jiménez, investigador del Instituto de Ciencias del Cosmos de la
Universidad de Barcelona (ICCUB) y coautor del estudio, «las
incertidumbres que rodean la relatividad general nos han llevado a
desarrollar métodos que nos permitan realizar mediciones más directas
del cosmos, en lugar de depender tanto de inferencias realizadas a
partir de modelos». "Este estudio –señala Jiménez– se basa únicamente en
algunas formulaciones teóricas básicas, como la simetría y la expansión
del universo".
Por su parte, la investigadora ICREA del ICCUB
Licia Verde subraya que existe una gran diferencia entre medir una
distancia e inferirla de manera indirecta. "En cosmología –afirma–,
normalmente solo se puede hacer lo segundo; este es uno de esos raros y
valiosos casos en los que la distancia puede medirse de forma directa".
"La
mayoría de leyes cosmológicas adoptan la relatividad general y la
aplican a escalas muy grandes, por lo que a menudo se extrapolan datos
fuera de la zona de confort. Es alentador descubrir que es posible
formular afirmaciones relevantes que no dependen de la relatividad
general y concuerdan con otras realizadas previamente", señala la
investigadora. "Comprobar que las observaciones del universo, por muy
raras y desconcertantes que parezcan, son realistas y sólidas aporta
seguridad", destaca Verde.
Para medir el tamaño de la regla
estándar, el estudio ha utilizado datos obtenidos de observaciones
astronómicas centradas en el brillo de las explosiones estelares
(supernovas) y en el patrón de distribución de la materia (oscilaciones
acústicas de bariones). La materia que creó esta regla estándar se formó
unos 400.000 años después del Big Bang. En aquel momento la física del
universo era todavía demasiado simple, por lo que los investigadores no
han necesitado tener en cuenta conceptos como la energía oscura en sus
mediciones.
"Las mediciones utilizadas en este estudio son
certeras", destaca Alan Heavens, profesor del departamento de Física del
Imperial College de Londres. "Además –añade–, la teoría que hemos
aplicado pertenece a una época relativamente cercana al Big Bang, en la
que la física era también muy clara".
El profesor indica que el
método de medición basado en observaciones del cosmos se considera
preciso, a pesar de que la astrofísica sea un campo muy activo y
cambiante y por tanto los modelos considerados válidos estén sujetos a
posibles cambios: "Aunque los modelos pierdan su validez, las
observaciones y mediciones del cosmos seguirán siendo válidas. Conseguir
basarnos en mediciones realizadas durante observaciones directas y no
en modelos teóricos significa un gran avance en astrofísica y
cosmología", concluye el investigador.
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