Después de festejar frugalmente la noche buena, con mi familia, -mi papá, mi hermana y mi madre- me fui a mi departamento, para disponer del telescopio Antares, que esperaba mi visita, ansioso.
Llegué, e hice un café. Lo saco al patio, no sin antes empezar a ver un extraordinario vídeo sobre la creación del universo, desde la óptica astrofísica y filosófica.
Luego comienzo a ver estrellas. Una de ellas, roja, anaranjada hacia el sud-oeste. Noto triángulos de estrellas. Observo las diferencias en sus magnitudes aparentes. Y luego a las 3 mas o menos, de la matina: JÚPITER. ¡Qué bello!. Celeste-rojizo,por la aberración cromática. Lo veo mientras va llegando a su culminación, o sea, su punto más alto sobre el horizonte. También noto Sirio, Canopus, y Rigel. La nebulosa de Orión. Y va cayendo la noche, mientras me chateo con amigos del facebook. No dejo de ver el vídeo, que es magnífico. Se encuentra en mi blog. La madrugada me sorprende, viendo a Júpiter, y algunas estrellas, de débil luminosidad por la claridad que empieza a recrudecer. Son las seis de la mañana. Navidad. Papá Noel pasa con su trineo. Me dice
---Ya entregué los regalos Y a vos te regalé una noche hermosa de estrellas y de Júpiter.
--GRACIAS!.
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