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jueves, 23 de enero de 2014

GALAXIAS ELÍPTICAS. 2 Parte.

Como vemos, el brillo de todas las galaxias presentadas desciende suavamente a medida que se eleja del centro y los límtes no están marcados nítidamente. Esto es natural, porque la galaxia elíptica no es un cuerpo sólido o líquido, sino un sistema formado por una cantidad enorme de partículas luminosas, estrellas.
En una ciencia de observación como es la astronomía es una tarea habitual determinar por las propiedades aparentes de los objetos sus propiedades reales.
Nosotros observamos una galaxia en forma de elipse. Pero es evidente que la galaxia no es una figura plana, sino un cuerpo que, visto de algún punto, parece una elipse. Por desgracia, no podemos jamás ver esta galaxia desde otro punto. De todos modos, tenemos que aclarar de alguna manera qué forma real tiene la galaxia observada. Si en el cielo no existiera más que una galaxia elíptica, la tarea planteada no podría, por lo visto, cumplirse, puesto que existe una infinita multitud de formas de cuerpos que desde una determinada dirección se ven como elipses. Afortunadamente, hay muchas galaxias elípticas. Y todas ellas se observan en forma de elipse. Es natural, en tal caso, considerar que las galaxias elípticas nos presentan distintos lados, y por consiguiente, tienen una forma que vista desde cualquier punto presenta como elipse.
En la naturaleza se conoce el único cuerpo que dispone de esta propiedad: el elipsoide. Cualquier proyección de un elipsoide sobre un plano da una elipse.
Esta deducción se confirma también con consideraciones teóricas. En la Mecánica, se ha demostrado que todo cuerpo líquido en rotación,abandonado a la acción de sólo sus propias fuerzas de atracción, adquiere en estado equilibrado una forma de elipsoide.
En particular, los planetas tienen una forma de elipsoide comprimidos de revolución porque a escala de todo el planeta su substancia se porta como un líquido. Ahora la comprensión de los planetas no es grande. (Continuará).

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