Posted: 18 Apr 2013 12:00 PM PDT
Un
estudio realizado por la Universidad de Leicester (Reino Unido), ha
detectado que el agua que existe en la atmósfera de Saturno procede de
sus anillos, desde donde cae como lluvia. En la investigación,
financiado por la NASA y publicado en 'Nature', se ha determinado
también que este líquido fluye por muchas más zonas del planeta de las
que se creía y, además, que influye en la composición, la estructura y
la temperatura de la atmósfera.
El autor principal del estudio, James O'Donoghue, ha señalado que "saturno es el primer planeta en mostrar una interacción significativa entre su atmósfera y su sistema de anillos". Según ha explicado, "el principal efecto de la lluvia que cae de los anillos es que actúa para 'apagar' la ionosfera de Saturno". "En otras palabras, esta lluvia reduce las densidades de electrones en las regiones en las que cae", ha apuntado.
O'Donoghue ha explicado que este efecto en la densidad de electrones es importante porque explica por qué, durante muchas décadas, las observaciones han detectado densidades inusualmente bajas en ciertas latitudes de Saturno.
El estudio también ayuda a los científicos a entender mejor el origen y evolución del sistema de anillos de Saturno y los cambios en la atmósfera del planeta. "Un importante motor del entorno y el clima de la ionosfera de Saturno, a través de vastas extensiones del planeta, son partículas de los anillos situados a 200.000 kilómetros", ha explicado otro de los autores del trabajo, Kevin Baines.
A principios de 1980, las imágenes de la nave Voyager de la NASA mostraban de dos a tres bandas oscuras en Saturno y los científicos teorizaron que el agua podría haber caído en ellas desde los anillos. Esas bandas no se volvieron a ver hasta el año 2011. Ahora, las observaciones realizadas con el telescopio Keck II (Hawai), han demostrado esa interacción entre los anillos de Saturno y la ionosfera.
Fuente
El autor principal del estudio, James O'Donoghue, ha señalado que "saturno es el primer planeta en mostrar una interacción significativa entre su atmósfera y su sistema de anillos". Según ha explicado, "el principal efecto de la lluvia que cae de los anillos es que actúa para 'apagar' la ionosfera de Saturno". "En otras palabras, esta lluvia reduce las densidades de electrones en las regiones en las que cae", ha apuntado.
O'Donoghue ha explicado que este efecto en la densidad de electrones es importante porque explica por qué, durante muchas décadas, las observaciones han detectado densidades inusualmente bajas en ciertas latitudes de Saturno.
El estudio también ayuda a los científicos a entender mejor el origen y evolución del sistema de anillos de Saturno y los cambios en la atmósfera del planeta. "Un importante motor del entorno y el clima de la ionosfera de Saturno, a través de vastas extensiones del planeta, son partículas de los anillos situados a 200.000 kilómetros", ha explicado otro de los autores del trabajo, Kevin Baines.
A principios de 1980, las imágenes de la nave Voyager de la NASA mostraban de dos a tres bandas oscuras en Saturno y los científicos teorizaron que el agua podría haber caído en ellas desde los anillos. Esas bandas no se volvieron a ver hasta el año 2011. Ahora, las observaciones realizadas con el telescopio Keck II (Hawai), han demostrado esa interacción entre los anillos de Saturno y la ionosfera.
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