Me levanté a las seis y un poquito más. Y ahí estaba el refulgente astro matutino, el Lucero; VENUS. Con mi telescopio, Antares, lo pude ver unos segundos, frente a mi edificio. ¡Qué azul-blanco!. Como a unos 40 grados, Este. Demoré unos ocho o diez minutos, en captarlo. Tuve que maniobrar bastante el tubo de Antares. La temperatura, 15, 5 grados. La madrugada, algo fresquita, pero no tanto. Al final, no pasé de ver más que quince minutos. Pero pude oscultar nuevamente, al planeta de las nubes.
¡Buenos y despejados cielos para todos!
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