Son las una y media de la madrugada. Noche de solsticio de invierno, en Mendoza,Argentina. 68 grados de longitud oeste; 34 grados de latitud, Sur. Me encontraba escribiendo en mi casa. Y hacian 3 grados de temperatura ambiente. ¿Salgo a ver Júpiter o no? ¡Si!. Me dije. Entonces, me abrigo con una campera de tela, guantes de lana y un gorro. Al salir con mi Antares, telescopio, lo coloco apenas, en la entrada del edificio de mi departamento. Habia abierto de par en par,las puertas. Enfoco desde ahi,no más. El techo me hacia de referencia, y alli estaba el gigante gaseoso. A unos 30 grados, Este. ¿Vieron que se suele decir "en dos minutos"?. Pues bien, antes de dos minutos,tipo un minuto...¡lo capto!. Esta refulgente.Celeste,rojo y blanco. Lo veo en sólo dos sesiones.La primera, pasa ráudamente por el ocular. Unos segundos. La segunda sesión, ya lo noto, mas de dos minutos, y menos de 5. Ahí está. Me resulta verlo, un "orgasmo cósmico". Por lo visto,no se puede ser felíz, únicamente con una mujer en la cama. También estan los hechos astronómicos. Y bueno, asi, luego, veo que con los pocos minutos de esta noche, es suficiente por ahora. Ya habrán más noches despejadas y cielos lindos. Júpiter se despide de mi...pero sólo por esta noche.
¡Buenos y despejados cielos para todos y todas!
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