Me levanto a las cinco de la matina. Preparo un café, cortado. Y abrigado, saco mi telescopio Antares. Ahi, veo ahora...nubes...ufff....El cielo de mi sector, oeste parte norte, y sur, con nubarrones blancos-amarillentos, un 70 por ciento. Pensé "esta madrugada, no creo será como las últimas". Pero con paciencia, apunte mi aparato a Júpiter, que aún, no era tapado por estas inmpertinentes.Demoré unos quince a veinte minutos, y lo cacé. ¡Ahi se encontraba el gigante! Pude ver dos de sus satélites. Uno, el más alejado, Ganímedes; el segundo, abajo, más cerca. La menera de disposición, era oblicua. Con oriente-occidente, invertido. Y sur y norte. En esta sesión, estuve quince segundos, le calculé.O un poquito más., Lo perdi. Tomé mi taza de café, y esperé. Los gatos jugaban y se peleaban en el césped. Uno o dos sorb os del líquido, y ahora, las nubes, hacen de las suyas. Tapan al gigante. Y ya, noto al cielo, cubierto en casi un 80 o 90 por ciento. Pero se mueven rápido; tan es así, que ...vuelve a aparecer el gigante. Aprovecho,y apunto. ¡Ahi está otra vez,en mi ocular! Lo veo por otros quince segundos mas o menos. Alcanzo a ver sus tonalidades rojas, celestes y blancas. Esta brillante. Usaba un ocular de 12,5. Me tomo otro sorbo de café, que había colocado encima del techo del auto que me alquila el patio. El auto de Macarena. El ambiente no tan frío. Menos que la noche anterior. pero de tanto en tanto, hay un pequeño viento. Una brisa semi.intensa. Pasan 25 minutos., Alcanzo a notar que se nubla por completo., No hay caso, continuará cubierto. Al menos, desisto en seguir, esta vez, una hora más. Siendo así, entro mi telescopio a mi casa.No hay que olvidarse que vi un cúmulo otra vez. El de la otra noche. Lindo. Pasó un poco ráudamente por mi ocular. Pero algo vi. Bueno, hoy digo la expresión, pero no fue tan asi: ¡BUENOS Y DESPEJADOS CIELOS PARA TODOS!
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