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miércoles, 25 de enero de 2017

MEDICINA ESPACIAL.

El estudio de las alteraciones sufridas por los astronautas en el espacio exterior, dio lugar a nueva rama de la  medicina, llamada Medicina Espacial. Dedicada  a observar y evaluar las perturbaciones producidas por factores tales como la radiación y la ausencia de gravedad, la Medicina Espacial ha llegado a importantes descubrimientos y conclusiones.
Desde los inicios de la carrera espacial, -allá por los años 60- hasta nuestros días, datos tales como : temperatura corporal, presión arterial, contenido de oxígeno en sangre, amplitud de los movimientos del tórax, volumen de aire inspirado y espirado, funciones auditivas y visuales, controles cardíacos, son enviados permanentemente desde la nave, a fin de evaluar el estado físico de los astronautas. Muchos de ellos inician el viaje con mareos, acompañados de inapetencia, malestares estomacales y el famoso "vómito de proyectil". Más tarde deviene sueño, debilidad, confusión mental y la pérdida de la noción de tiempo y el espacio. 
A partir de los exámenes practicados a los astronautas a bordo, los especialistas de percataron de que los intestinos se paralizan y no hay defecación. En los primeros días de viaje, pierden el reflejo  de la sed, apenas toman agua  y como orinan en abundancia sufren deshidratación . Esto tiene como consecuencia una reducción del 6 al 13 por ciento del volumen del plasma sanguíneo. La cuenta de glóbulos rojos disminuye severamente en las primeras dos o tres semanas de viaje. También hay una reducción de glóbulos blancos, en particular los linfocitos T,que son esenciales para la defensa del organismo contra infecciones. Además, las investigaciones indican que en gravedad O, las bacterias son más resistentes a los antibióticos.
 En condiciones de ingravidez,los fluidos orgánicos migran hacia la cabeza y el tórax de los astronautas, borrando las arrugas faciales y dando a sus miradas una impresión de bisquera o bien, una expresión entre astuta  y  taimada. Esta congestión es percibida como si súbitamente se hubieran pescado un resfrío tremendo. Como consecuencia, sufren un ligero aumento en la presión ocular, lo cual provoca una visión borrosa.Esta sensación pasa pronto  y la visión no sólo se conserva en buen estado, sino que se agudiza.Esa redistribución de líquidos, en particular de sangre,provocan  que tanto la presión arterial como la venosa se vuelvan uniformes en todo el cuerpo. El corazón debe trabajar arduamente aumentando el volumen  de sangre impulsado en cada latido,por lo que la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea también se incrementan. Esto puede producir severas arritmias y dificultades cardiovasculares.
Además, el hígado no procesa las sustancias químicas al mismo ritmo que en la Tierra. Lo mismo ocurre con el estómago, que absorve  los nutrientes  a otra velocidad. 
Sin gravedad, los músculos trabajan menos,ya que no deben balancear  constantemente el peso del cuerpo. Por lo tanto, se atrofian: pierden volumen,fuerza y eficiencia motora, particularmente los de las piernas espalda y glúteos.
En lo que se refiere a los huesos,en el espacio ocurre una pérdida importante de calcio,el cual se elimina a través  de la orina y las heces fecales,haciéndolos menos densos,en forma similar a lo que ocurre en la osteoporosis.
La figura de los astronautas cambia: sus piernas atléticas se vuelven delgadas  y parecen haber ganado unos centímetros en su estatura. Esto se debe a que los discos de la espina dorsal se expanden . El estiramiento provoca terribles dolores,pérdida de sensibilidad en algunas zonas y hasta daños  permanentes; algunos astronautas deben ser operados de hernia de disco.
Esto es algo de lo que pasa en el espacio con los hombre y mujeres.
Ya han subido a él, unos mil o mil doscientos, entre los de la década de los 60 ,y los posteriores de los transbordadores y las estaciones espaciales. Sin dudas, se ha llegado ya, a saber bastante de la medicina del espacio. Pero aún, falta conocer mucho más, sobre todo con la posibilidad de habitar Marte, o la Luna. 
Yo pregunto si no hace falta procrear en el espacio, para averiguar qué pasa con el bebé recién nacido. Y si puede vivir toda una generación durante unos treinta o cuarenta años, y así, verificar, si definitivamente, nuestro destino final, son los otros planetas, y las estaciones espaciales. ¿Qué pasará?.


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