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jueves, 31 de diciembre de 2015
lunes, 28 de diciembre de 2015
Una galaxia esconde una gigantesca «cola» dos veces la Vía Láctea
La cola de gas tiene una longitud de 250.000 años luz - Chandra/NASA
El telescopio Chandra ha fotografiado el fenómeno, situado a 700 millones de años luz de la Tierra
A 700 millones de años luz de la Tierra, en el cúmulo Zwicky 8338, en la constelación de Hércules, una galaxia esconde algo digno de parecer un efecto especial de Star Wars. Se trata de una gigantesca cola de rayos X de una longitud de al menos 250.000 años luz, nada menos que dos veces la Vía Láctea, y la más grande de este tipo jamás descubierta. El fenómeno ha sido detectado por el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA y el Grupo de Telescopios Isaac Newton en las Canarias.
Los científicos creen que esta colosal cola, que recuerda a la de un cometa de tamaño inconmensurable, pudo ser provocada por el gas despojado de la galaxia mientras se mueve a través de una vasta nube de gas intergaláctico caliente. La longitud de la cola es más de dos veces el diámetro de toda nuestra galaxia, la Vía Láctea. Contiene gas a temperaturas de alrededor de diez millones de grados, unos veinte millones de grados más frío que el gas intergaláctico, pero aún lo suficientemente caliente para brillar de forma intensa en los rayos X que Chandra puede detectar.
Los investigadores piensan que la cola se creó cuando una galaxia conocida como CGCG254-021, o tal vez un grupo de galaxias dominadas por esta grande, se movía a través del gas caliente en Zwicky 8338. La presión ejercida por este rápido movimiento hace que la galaxia expulse el gas.
Como un avión supersónico
En la imagen de Chandra, la galaxia CGCG254-021 parece estar moviéndose hacia la parte inferior de la fotografía con la cola por detrás. Existe una brecha significativa entre la cola de rayos X y la galaxia, la más grande jamás vista. La separación significativa entre la galaxia y la cola podría ser la evidencia de que el gas ha sido completamente despojado de la galaxia, según explican los responsables del telescopio en un comunicado.
Los astrónomos también han podido aprender más acerca de las interacciones del sistema galáctico examinando cuidadosamente las propiedades de la galaxia y su cola. La cola tiene un punto más brillante, su «cabeza», con gas más fresco y más rico en elementos más pesados que el helio que el resto de la cola. En frente de la cabeza hay indicios de un arco de choque, similar a una onda de choque formada por un avión supersónico, y en frente del arco de choque está la galaxia CGCG254-021.
De igual forma, la investigación ha deducido que esta galaxia tiene la masa más alta de todas las de Zwicky 8338 y hasta ahora, la mayor tasa de formación de estrellas. Sin embargo, no hay evidencias de una nueva formación de estrellas, posiblemente porque el gas se ha agotado en la formación de la cola.
miércoles, 30 de diciembre de 2015
martes, 29 de diciembre de 2015
¿QUÉ PASARÍA SI LA LUNA NO EXISTIERA?.
lunes, 28 de diciembre de 2015
¿Qué pasaría si la Luna no existiera?
El clima y la luz de nuestro planeta experimentarían cambios drásticos a los que la vida tendría que adaptarse para no extinguirse... o para empezar a existir.
Pablo Santos Sanz, investigador del Departamento del Sistema Solar en el Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC, en España, analiza en las páginas del rotativo 'El País' dos escenarios: por un lado, qué pasaría si el satélite de la Tierra desapareciera de repente, y por otro, cómo sería nuestro planeta si la Luna nunca hubiera existido.
Si de repente desapareciera la Luna...
El agua en océanos y mares se estancaría
Sin su satélite natural el clima de nuestro planeta cambiaría drásticamente, ya que al perder la fuerza de las mareas, provocadas por la atracción gravitatoria de la Luna, las corrientes de los mares y océanos verían modificada su dirección e intensidad. Aumentaría el nivel del mar en las costas y el agua se redistribuiría hacia los polos. La disminución de la intensidad de las corrientes y la interrupción del sistema de drenaje y limpieza natural de los mares supondría un estancamiento de las aguas. Esto tendría como resultado la inevitable pérdida de gran parte de las especies de vida marítima y de los animales y plantas que dependen de los mares y los océanos, como los que habitan en las costas.
Veranos de más de 100 grados e inviernos a 80 bajo cero
La gravitación lunar mantiene la inclinación fija del eje de rotación de la Tierra en unos 23 grados respecto al plano de su órbita. Si la Luna desapareciera de golpe el eje de rotación terrestre perdería su estabilidad, lo que conllevaría una alternación de las estaciones. Serían habituales veranos con temperaturas de más de 100 grados, e inviernos a 80 bajo cero, con las adaptaciones que ello implicaría para la vida animal y vegetal.
Vientos de más de 300 kilómetros por hora
El caso más extremo sería el alineamiento directo del eje de rotación de la Tierra hacia el Sol, lo que provocaría que en una parte del planeta reinaría la oscuridad completa y la otra estaría bajo la acción permanente del sol. Vientos de una velocidad extrema de más de 300 kilómetros por hora azotarían la superficie de la Tierra como consecuencia de las drásticas diferencias de temperatura.
Vida en la frontera entre dos mundos
En este caso se erradicaría casi por completo toda la vida en ambos hemisferios. Las especies solo podrían sobrevivir en el ecuador, justo en la frontera entre el mundo de la oscuridad y el de la luz eterna.
Extinciones masivas
La gran mayoría de los animales y las plantas serían incapaces de adaptarse a la nueva situación, lo que se reflejaría en extinciones masivas.
Si la Luna nunca hubiera existido...
En el mejor de los casos, la vida habría tardado más tiempo en aparecer
Unas mareas más débiles en el océano primitivo habrían dificultado la mezcla y la fricción de sustancias, por lo que no se habrían dado las condiciones necesarias para que surgiera vida, o esta habría aparecido cientos de millones de años más tarde.
Fuertes vientos
El día terrestre duraría ocho horas. Debido al aumento de la velocidad de rotación de la Tierra también serían mayores los vientos que se producirían en su atmósfera, que alcanzarían por lo general velocidades de 160 o 200 kilómetros por hora.
Vida más primitiva o con biología distinta
La inestabilidad de la inclinación del eje de rotación terrestre derivaría en variaciones extremas de temperatura y provocaría un clima radicalmente diferente al que conocemos. Todo esto se reflejaría en las formas de vida terrestre, que serían totalmente distintas a las que existen en la Tierra para poder adaptarse a un mundo de extremos, o bien serían más primitivas.
La ciencia habría tomado otros derroteros
Si aceptamos que una Tierra sin la Luna pudiera estar habitada por seres inteligentes, su ciencia se hubiera desarrollado de una manera muy distinta a la nuestra, ya que muchos de los conocimientos que tenemos de campos tan distintos como la agricultura y la astronomía se deben al estudio de las fases lunares. Estas permitieron calcular la distancia entre la Tierra y la Luna, la Tierra y el Sol, las dimensiones de los cuerpos celestes y, en definitiva, hacer entender al hombre que no es más que una mota de polvo en la inmensidad del universo.
FUENTE: RT NOTICIAS
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miércoles, 12 de marzo de 2014
Agua en abundancia en el interior de la Tierra
Fotograma de la película «Viaje al centro de la Tierra»
Una pequeña muestra de un mineral contenida en un diamante confirma las predicciones de Julio Verne de que en las profundidades del manto terrestre existe una reserva de agua equivalente a todos los océanos
En su «Viaje al centro de la Tierra» (1864) Julio Verneimaginó un océano en el interior de nuestro planeta. Aunque no en forma de agua líquida, como lo visualizó el escritor francés, el agua podría estar «atrapada» en minerales de la corteza terrestre, en la llamada zona de transición entre los mantos superior y el inferior, a una profundidad de entre 410 y 660 kilómetros. Así lo han creído siempre los geofísicos, pero nadie hasta ahora había podido demostrar la existencia en la Tierra de este mineral, conocido como «ringwoodita», una forma del olivino formado a alta presión y que hasta ahora solo se había encontrado en meteoritos.
La confirmación de la teoría la han hecho investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá), que han identificado una muestra de «ringwoodita» dentro de un diamante hallado en Brasil. El diamante, que se encontró enterrado en el lecho de un río, habría sido «empujado» a la superficie de la Tierra por una roca volcánica llamada «kimberlita», la más profunda de todas las rocas volcánicas, según detallan los investigadores en el último número de «Nature».
Se cree que la «ringwoodita» existe en grandes cantidades bajo altas presiones en esa zona de transición entre el manto superior y el inferior. Este tipo de minerales tienen un alto contenido en agua -en concreto en la muestra encontrada el agua representa el 1,5% de su peso-, por lo que el hallazgo viene a demostrar que hay una gran cantidad de ella en lo profundo de la Tierra: se calcula que toda el agua de los océanos juntos. El autor principal de esta investigación, Graham Pearson, así lo asegura: «Esa zona en particular en la Tierra, la zona de transición, podría tener tanta agua como todos los océanos del mundo juntos».
El hallazgo de la muestra de este mineral tan inusual se produjo en la zona de Juína (Mato Grosso, Brasil) en 2008 de una forma casi accidental, según Pearson. «El diamante fue comprado a mineros locales en Brasil en 2008, pero la inclusión de la “ringwoodita” no se descubrió hasta los trabajos de investigación en 2009», explicó ayer Pearson a ABC. «Fue casual que un estudiante de mi equipo, ahora el Dr. John Mc Neill, encontrara la inclusión mientras estábamos buscando otros minerales que nos permitieran determinar la edad de los llamados diamantes super-profundos. En cambio, encontramos algo mucho más fundamental, y que pone de relieve el valor de hacer ciencia básica».
Y es que el diamante, de 3 milímetros de ancho por 5 de largo, de aspecto sucio y de poco valor comercial escondía la sorpresa de la «ringwoodita», que es invisible a simple vista, por lo que «realmente fue un golpe de suerte, como ocurre con muchos descubrimientos científicos». Después han sido necesarios años de análisis hasta llegar a la confirmación oficial de que es «ringwoodita».
Según explica Hans Keppler, de la Universidad de Bayreuth, en Alemania, «hasta ahora, nadie había visto nunca “ringwoodita” procedente del manto terrestre, aunque los geofísicos estaban seguros de que debía existir. La mayoría de la gente, incluido yo, nunca esperábamos ver una muestra de este tipo, pues las muestras de la zona de transición y el manto inferior son extremadamente raras y sólo se encuentran en algunos pocos diamantes muy inusuales».
Lo curioso es que en este abrupto viaje de cientos de kilómetros el mineral no perdiera sus cualidades originales. Según explica Keppler, incluso dentro de un diamante la disminución de la presión ambiente a medida que éste sube hacia la superficie terrestre provoca que la «ringwoodita» se convierta de nuevo en olivino. Sin embargo, en el diamante estudiado por Pearson y sus colegas ésta permaneció en su estructura original, lo que sugiere que el transporte del diamante a la superficie debió haber sido extremadamente rápido, posiblemente causado por una erupción volcánica explosiva, alimentada directamente por el magma producido en la zona de transición.
Para Graham Pearson, una autoridad mundial en el estudio de las rocas que albergan diamantes super-profundos, el descubrimiento se encuentra entre los más importantes de su carrera y viene a confirmar 50 años de trabajo teórico y experimental de geofísicos, sismólogos y otros científicos que tratan de entender la composición del interior de la Tierra.
Los científicos han estado profundamente divididos sobre la composición de la zona de transición y si está llena de agua o se trata de un desierto. Saber qué existe agua bajo la corteza tiene implicaciones para el estudio del vulcanismo y la tectónica de placas. Según concluye Pearson, «una de las razones de que la Tierra sea un planeta tan dinámico es la presencia de un poco de agua en su interior. El agua cambia el modo en que un planeta funciona».
FUENTE: ABC.ES
miércoles, 16 de diciembre de 2015
Puede haber agua bajo las nubes en otros planetas
Estos son los diez "Júpiter calientes" analizados por los científicos. De izquierda a derecha: WASP-12b, WASP-6b, WASP-31b, WASP-39b, HD 189733b, HAT-P-12b, WASP-17b, WASP-19b, HAT-P-1b y HD 209458b - ESA/Hubble & NASA
Un equipo de astrónomos, utilizando los telescopios espaciales Hubble y Spitzer, han analizado a fondo las atmósferas de diez grandes planetas de la clase "Júpiter caliente", el mayor número de mundos de este tipo estudiado hasta el momento. Los investigadores han logrado así averiguar la razón por la que algunos de estos planetas parecen tener menos cantidad de agua de la esperada, un enigma que desconcierta a los científicos desde hace dos décadas. La investigación se acaba de publicar en Nature.
Por el momento, los astrónomos han descubierto ya cerca de 2.000 planetas orbitando otras estrellas, y una cantidad similar está hoy a la espera de confirmación definitiva. En todo caso, un número de mundos más que suficiente como para dividirlos en categorías. Una de ellas, la conocida como "Júpiter caliente", engloba a planetas gaseosos, del tipo de nuestro Júpiter, y con temperaturas muy elevadas. Normalmente, estos mundos orbitan muy cerca de sus estrellas, lo que eleva mucho la temperatura de sus superficies y los hace, al mismo tiempo, muy difíciles de estudiar, debido al deslumbrante y cercano brillo estelar.
Esa dificultad es la razón de que, hasta ahora, el telescopio espacial Hubble apenas haya podido estudiar un puñado de "Júpiter calientes", y además en un rango muy limitado de longitudes de onda. Y es en esos estudios donde se han encontrado planetas que, inexplicablemente, contenían mucha menos agua de la que, en teoría, deberían tener.
El mayor catálogo
Ahora, un equipo internacional de astrónomos ha abordado el problema llevando a cabo el mayor estudio realizado hasta ahora de Júpiter calientes, explorando y comparando hasta diez de estos planetas en un intento de comprender, por fin, sus atmósferas. Solo tres de esos mundos habían sido investigados previamente. La nueva muestra, pues, constituye el mayor catálogo de atmósferas planetarias estudiado hasta la fecha.
Para conseguir sus resultados, los investigadores llevaron a cabo múltiples observaciones con dos de los mayores telescopios espaciales de la NASA, el Hubble y el Spitzer. El poder combinado de ambos instrumentos permitió a los astrónomos estudiar a fondo los planetas, cuyas masas, tamaño y temperaturas son muy diferentes, en un número de longitudes de onda sin precedentes.
Los astrónomos han analizado la atmósfera de diez grandes mundos conocidos como «Júpiter calientes» fuera del Sistema Solar
"Estoy realmente emocionado de poder ver este amplio grupo de planetas juntos -afirma David Sing, de la Universidad británica de Exeter y autor principal de la investigación-. Es la primera vez que hemos tenido la cobertura de longitud de onda suficiente para poder comparar múltiples características de un planeta a otro. Y hemos encontrado que las atmósferas planetarias son mucho más diversas de lo que esperábamos".
Los diez planetas tienen una órbita que les lleva a colocarse, en algún momento, entre sus estrellas madre y la Tierra, lo que resulta muy favorable para la observación. A medida que el exoplaneta pasa por delante de su estrella, visto desde la Tierra, parte de su luz viaja a través de la atmósfera exterior del planeta y queda impregnada de sus características. "La atmósfera -explica Hannah Wakeford, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA y coautora de la investigación- deja su huella única en la luz de la estrella, de forma que podemos estudiarla cuando llega hasta nosotros".
Con o sin nubes
Esas "huellas" permitieron a los investigadores extraer las firmas de varios elementos y moléculas (incluida el agua) y distinguir, por ejemplo, entre planetas con o sin nubes, una propiedad que podría explicar el misterio del "agua perdida".
En efecto, los modelos elaborados por los científicos revelan que, si bien los mundos que aparentemente carecen de nubes muestran fuertes señales de la presencia de agua, también los Júpiter calientes con señales de agua más débiles tenían, en realidad, una gran cubierta de bruma y nubes, elementos ambos que son conocidos por su capacidad de ocultar el agua a la vista. El misterio, pues, quedaba resuelto.
"La alternativa a esta solución -explica Jonathan Fortney, de la Universidad de California y otro de los autores del estudio- es que esos planetas se formaron en ambientes en los que no había agua, pero eso requeriría que reescribiéramos por completo nuestras teorías actuales sobre cómo los planetas se forman. Nuestros resultados han descartado el 'escenario seco', y sugieren que, sencillamente, se trata de nubes ocultando el agua de las miradas indiscretas".
El estudio de atmósferas planetarias está, actualmente, en su infancia, y son muy pocos aún las observaciones detalladas al respecto. Pero el sucesor del Hubble, el telescopio espacial James Webb, solucionará el problema abriendo una nueva "ventana infrarroja" para el estudio de las atmósferas planetarias. Un hito necesario para afinar la búsqueda de posibles signos de vida más allá de nuestro Sistema Solar
lunes, 28 de diciembre de 2015
BALANCE ASTRONÓMICO DEL AÑO 2015.
Sin dudas, este año, ha sido el mejor de los últimos tres,en que comenzara a todo vapor,con la astronomía,luego de haber sólo leido algunos libros,y visto muy de vez en cuando,el cielo.
En abril, me compré el prismático, Proción (Estrella del Can Menor).Lo adquirí de Walter,nuestro amigo y guía de El Firmamento. También, hice muchas salidas,todos los meses, y a veces hasta dos por mes. Empezamos de nuevo el Café Astronómico,con Walter, cada vez,más concurrido por amigos y colegas que se han sumado a nuestra cruzada, de salidas y conversaciones. Estamos con muchas ideas. Y salimos a San Juan, a El Leoncito, aunque yo no asistí. También se hizo ya,la primer salida a San Carlos,a una lugar privado.
Yo adquirí para mi cumpleaños, regalado por mis padres, el puntero láser. Y le regalé,a mi papá,el otro prismático de 10 x 50, Altair, para que vea la Luna desde su departamento.
Escribí bastante sobre astronomía, y en estos días, estoy incursionando en estrellas variables. Leo siempre mucho, de astronomía.
Y sobre todo coseché muchos amigos y amigas, de El Firmamento,grupo que ya lleva casi tres años, de actividades,comandado por Walter Garcia,que me vendiera mi telescopio Antares, el cual saqué a llano,por cuatro veces, este año, más que en otros años.En mayo, julio, septiembre y diciembre, a 3 de Mayo, Lavalle,Mendoza. Lo saqué al patio, muchísimo. Todo los informes, están aqui,en este blog.
Espero seguir saliendo con el grupo de amigos, y con más actividades.
Un saludo de feliz año,para todos.
Y...¡Buenos y despejados cielos para todos y todas,eh!
domingo, 27 de diciembre de 2015
jueves, 20 de febrero de 2014
Científicos: "Es posible que vivamos dentro de un agujero negro"
En contra de lo que explica la ciencia tradicional, algunos científicos están empezando a considerar seriamente la posibilidad de que todo el universo pueda estar dentro de un agujero negro.
Un artículo publicado este martes en la revista 'National Geographic', señala que esta teoría habría sido apuntada por varios científicos que señalan que un momento antes del Big Bang (el supuesto origen de todo lo que conocemos) toda la materia y energía del universo que emergió de dicha explosión estaba compactada en una "partícula finita" increíblemente densa. Digamos que podría llamarse 'la semilla del nuevo universo', afirman los científicos.
Esta semilla se cree que sería posiblemente miles de millones de veces más pequeña que cualquier partícula que el ser humano haya podido observar. Y sin embargo, tras el Big Bang, esta partícula pudo haber desencadenado la producción de todas las demás partículas, de cada galaxia, del sistema solar, de los planetas, las personas y de todo lo que conocemos. Entonces, ¿cómo se crea una semilla de este tipo?
La posible explicación
La idea defendida por Nikodem Poplawski, investigador de la Universidad de New Haven, Connecticut (EE.UU.), es que la 'semilla' de nuestro universo fue forjada en un "horno definitivo", probablemente el ambiente más extremo en toda la naturaleza: el interior de un agujero negro.
A partir de un detallado análisis del movimiento de las partículas que entran en un agujero negro, Poplawski llegó a la conclusión de que, en realidad, existe todo un universo dentro de cada agujero negro. "Pudiera ser que los grandes agujeros negros que hay en el centro de la Vía Láctea y de otras galaxias sean, en realidad, puentes hacia otros universos", explicó el científico.
Según las teorías de Einstein, en el interior de cada agujero negro existe una "singularidad", una región de espacio en la que la densidad de la materia tiende al infinito. La enorme fuerza de gravedad de ese 'condensado hiperdenso de materia' es tal, que ni siquiera la luz puede escapar de él. Por eso, para nosotros esos objetos son "negros", porque no emiten luz y no podemos verlos, ni obtener, en principio, ninguna información de qué hay en su interior.
Pero, ¿cómo podemos saber si efectivamente estamos o no viviendo dentro de un agujero negro? Si Poplawski tuviera razón, ninguno de nosotros estaría viviendo dentro de lo que consideramos "nuestro" universo, sino en el interior de un agujero negro que estaría, a su vez, en "otro universo" diferente.
FUENTE: RT NOTICIAS
El primer agujero negro que orbita una estrella peonza
Investigadores españoles han descubierto esta singular pareja cósmica a 8.500 años luz de la Tierra
Un equipo de investigadores españoles ha localizado desde el Observatorio del Roque de los Muchachos (isla de la Palma, Canarias) el primer sistema binario conocido formado por un agujero negro y una estrella “peonza” o de tipo Be. La revista Nature se ha hecho eco de este hallazgo, predicho por la teoría pero que hasta ahora nadie había sido capaz de encontrar.
Las estrellas Be son relativamente abundantes en el Universo. Solo en nuestra galaxia se conocen más de 80 formando sistemas binarios junto a estrellas de neutrones. “Su particularidad es su elevada fuerza centrífuga, giran sobre sí mismas a una velocidad muy alta, cercana a su límite de rotura, como si fuesen peonzas cósmicas”, explica Jorge Casares, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y Universidad de La Laguna (ULL). Es el caso de esta estrella, conocida como MWC 656, que se encuentra en la constelación de Lacerta (el Lagarto) a 8.500 años luz de la Tierra y cuya superficie gira a más de un millón de kilómetros por hora.
“Comenzamos a estudiar la estrella a partir del año 2010, cuando se detectó una emisión transitoria de rayos gamma que parecía provenir de la misma. No se volvió a observar más emisión gamma, pero descubrimos que formaba parte de un sistema binario”, informa Marc Ribó, del Instituto de Ciencias del Cosmos (ICC) de la Universidad de Barcelona.
Un análisis detallado de su espectro permitió inferir las características de su acompañante. “Se trata de un cuerpo con una masa muy alta, entre 3,8 y 6,9 veces la masa solar. Un objeto así, que no es visible y con esa masa, solo puede ser un agujero negro, ya que ninguna estrella de neutrones es estable por encima de tres masas solares”, afirma Ignasi Ribas, investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Espacio (IEEC-CSIC).
Agujeros negros «durmientes»
El agujero negro orbita la estrella Be y se alimenta de la materia que ésta va perdiendo. Los científicos creen que se trata de un miembro próximo de una población oculta de estrellas Be con agujeros negros: “Pensamos que estos sistemas son mucho más abundantes pero difíciles de detectar, ya que los agujeros negros se alimentan del gas expulsado por la estrella Be de forma “silenciosa”, es decir, sin emitir mucha radiación. Esperamos poder confirmar este hecho con la detección de otros sistemas en la Vía Láctea y en galaxias cercanas con telescopios de mayor diámetro, como el Gran Telescopio de Canarias”, concluye Casares.
La detección de los agujeros negros supone un gran desafío. Como no se ven -su gran fuerza gravitatoria impide que la luz escape de su interior-, los telescopios no pueden detectarlos y los astrónomos deben fijarse en la radiación de alta energía, por lo que pueden localizarse con satélites de rayos X. El mayor problema lo presentan los agujeros negros “durmientes”, como el que los investigadores han localizado en torno a esta estrella de tipo Be: “Su emisión de rayos X es casi inexistente, por lo que resulta muy difícil que capten nuestra atención”, reconoce Casares. De hecho, los investigadores creen que hay miles de sistemas binarios con agujeros negros distribuidos por la Vía Láctea, algunos de ellos también con estrellas compañeras de tipo Be.
FUENTE: ABC.ES
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A la caza del agujero negro de 50.000 millones de soles
Recreación de un agujero negro - Archivo
La gran mayoría de las galaxias que los astrónomos observan en el cielo con sus telescopios tienen en su centro un agujero negro supermasivo. Una auténtica "bestia espacial" que devora todo lo que tiene alrededor, pero que al mismo tiempo mantiene unidas y en orden a las cientos de miles de millones de estrellas de la galaxia a la que pertenecen. Por ejemplo, en el centro de la Vía Láctea, nuestro hogar en el espacio, duerme Sagitario A*, un agujero negro con una masa equivalente a cuatro millones de soles. Aunque éste no es, ni con mucho, el mayor de los que se han observado hasta ahora.
Ahí fuera, en el corazón de otras galaxias, se han descubierto ya auténticos "monstruos" con cientos, incluso miles de millones de veces la masa del Sol. Uno de los mayores, el el centro de la galaxia NGC 1277, a 220 millones de años luz de la Tierra tiene, por ejemplo, unas 17.000 millones de masas solares. Y mucho más lejos, a 3.500 millones de años luz de distancia, en DO 287, un sistema binario de agujeros negros alcanza una masa record estimada en más de 18.000 millones de masas solares.
¿Pero hasta dónde puede crecer un agujero negro? Un equipo de investigadores de la Universidad británica de Leicester acaba de descubrir que, en teoría, los agujeros negros podrían crecer en los centros galácticos hasta las 50.000 millones de masas solares antes de perder para siempre los discos de polvo y gas que les rodean y que les sirven de sustento.
En un estudio recién publicado en Monthly Notices of teh Royal Astronomical Society y disponible en arxiv.org, Andrew King, del departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Leicester explora tanto los agujeros supermasivos de los centros galácticos como los grandes discos de material que, atraídos por la gravedad, permanecen a su alrededor. El gas que forma estos enormes anillos puede perder energía y caer hacia el agujero negro, alimentándolo y haciéndolo más grande, pero estos discos suelen ser también muy inestables y tienden a fragmentarse y a formar nuevas estrellas.
King ha calculado cómo de grande podría llegar a ser un agujero negro antes de perder su disco de gas. Y el resultado es de 50.000 millones de masas solares. El estudio sugiere que, tras perder el disco, el agujero negro dejaría de crecer, lo que significa que esa masa, 50.000 millones de veces la del Sol, sería el límite superior de tamaño posible para uno de estos oscuros objetos espaciales. La única forma de crecer por encima de ese límite sería que el agujero capturara estrellas que pasaran cerca y se las tragara, o bien que se fusionara con otro agujero negro, sumándose así la masa de ambos. Aunque en esos casos resultarían muy difíciles de observar.
En palabras de King, "el significado y la importancia de este descubrimiento es que los astrónomos, observando la enorme cantidad de radiación producida por los gases del disco al caer en los agujeros negros, han encontrado ya ejemplares enormes, con masas cercanas al límite. La masa límite significa que por este procedimiento ya no sería posible encontrar agujeros negros mucho mayores de los que ya se conocen, ya que a sus alrededor no habría ya un disco luminoso que nos permitiera observarlos".
¿Cómo podríamos, entonces, encontrar agujeros negros aún mayores? Para King, "la existencia de agujeros negros todavía más grandes es, en principio, posible. Por ejemplo, un agujero negro con una masa próxima al límite podría unirse a otro agujero negro, dando como resultado uno todavía mayor. Pero esta clase de fusiones no producirían radiación que pudiéramos medir, y el agujero negro resultante tampoco tendría alrededor un disco de gas que emitiera luz alguna".
Sin embargo, el investigador no descarta que pudiéramos observar alguno de estos "súper monstruos" con algún procedimiento alternativo. "Cabe la posibilidad de detectarlos de otra manera. Por ejemplo, observando cómo se curvan los rayos de luz procedentes de otras galaxias cuando pasan cerca (lo que se conoce como lente gravitacional). O quizá, en el futuro, detectando las ondas gravitacionales que, según predice la Teoría General de la Relatividad de Einstein, se producirían durante el proceso de fusión de los agujeros negros".
FUENTE: ABC.ES
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FOTO DEL TELESCOPIO REMOTO DE "LA PUNTA", SAN LUIS, ARGENTINA.
sábado, 26 de diciembre de 2015
EL SEGUNDO CAFÉ ASTRONÓMICO DE "EL FIRMAMENTO".
viernes, 25 de diciembre de 2015
52 ESTRELLAS NAVIDEÑAS...
Con mi Antares,y en una noche de 30 grados de temperatura, veo estrellas. Algunas naranjas,como suele ocurrir. Y Fomalhaut, la veo mejor con mi prismático Proción. Con éste logro contar en los cuatro puntos cardinales, 52 estrellas, la mayoría, de entre 4 y 6 grados de magnitud, aparente,claro, y según mi ojimetría visual.
Estoy contento de ver las estrellas. Una nueva velada, de un rato.
Con los binoculares, veo más estrellas. Porque es más grande su campo visual.
Anoche estuve haciendo observaciones con el barlow, y en un momento crei que estaba roto,pero no,eran las hojas de unos árboles, que me tapaban la visión,y aparecia distorsionada la visión estelar. Pude ver la Luna fría, con el barlow. Más grande,claro.
¡Buenos y despejados cielos para todos y todas!.
LUNA DE NAVIDAD.
Con mi telescopio, después de la media noche,de la noche buena, vimos el cielo. Si. Hermoso, con la Luna de Navidad, que hace años,-desde 1977-no era llena en este festejo.Y le llaman la Luna Helada. La vimos con mi amigo de metal. Con sus grises y sus blancos. También, algunas estrellas. Sirio,y Canpus.
Temperatura alta: 35 grados. Con un tecito de manzanilla y anis, e incluso escribiendo sobre estrellas variables. Hasta las 3 de la manñana.
La noche se apagaba entre fogonazos de petardos. Con los ruidos muy molestos,pero en fin...
¡Buenos y despejados cielos para todos y todas!.
viernes, 18 de diciembre de 2015
"ALTAIR" PARA MI PAPÁ,COMO REGALO DE FIN DE 2015.
ANOCHE:CUARTO CRECIENTE.
Por espacio de breves minutos, con mi Antares, estuve oscultando la Luna,al oeste,en su Cuarto Creciente. Como a unos 35 grados. La vi,por poco rato, con sus cráteres, y su terminador. Y algunas estrellas.Dos,al sudoeste,lugar que estaba sin nubes.Digo esto,porque luego se terminó de nublar, y se levantó viento. La noche no estaba linda esta vez.
Mejores cielos,para la próxima...
Entrada nueva en BLOG DE FÍSICA |
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miércoles, 16 de diciembre de 2015
TUCAN. (CONSTELACIÓN)
https://es.wikipedia.org/wiki/Tucana
CON MI AMIGO Y COLEGA ALEJANDRO, LA VIMOS EL DOMINGO 13 DE DICIEMBRE, EN LA VELADA DE LAVALLE,CON NUESTROS TELESCOPIOS. SE HALLA CERCANA A LA NUVE MENOR DE MAGALLANES. |
lunes, 14 de diciembre de 2015
SALIDA A LAVALLE, CON ALEJANDRO. ¡MAGNÍFICA VELADA DE BÓLIDOS!
Alejandro me habia invitado a acompañarlo con su telescopio, a Lavalle. Y yo acepté, de muy buena gana, además, llevando mi telescopio Antares, en su octava salida desde que lo compré. Salimos desde mi casa. Charlamos animadamente. Somos ya, grandes amigos. Esta vez, no se encontraba Walter, nuestro otro amigo , y guia de El Firmamento.
Compramos hielo,para llevar,en una estación de servicio.
Y partimos hacia 3 de mayo, Lavalle.
Al llegar, arreciaban los mosquitos,eh.Una nube en nuestras cabezas. ja!. Nos pusimos repelente. Y ahi,no más, preparamos nuestros equipos. No faltaron los prismáticos,y los punteros láser.
Al rato, ya se veía la Luna,en su Cuarto Creciente, hacia el Oeste.Como a unos 20 o 25 grados. La encañoné con mi Antares.
Después de unos quince minutos, la pude enfocar. Se veia,luego,la luz cenicienta. Luego me fijé en el puntero láser que me regalaran para mi cumpleaños. Lo llevé, para ver si andaba,porque se le habían fundido las pilas, y pensé que estaba averiado. Pero intuí que podia andar. ¡Y funcionó!- Fueron las pilas. Algo momentáneo.
Ale, empezo a ver estrellas, que ya aparecían en la tarde-.noche. Eran las 21 hs.Algo de calor.Comimos algunos sánguches. Y tomamos algo
Las nubes, pocas. Un 7/8. El cielo tenia poca bruma,pero las luces de las ciudades aledañas, afectaban algo la visión.
Con su poderoso telescopio de 20 cms, comenzó a ver nebulosas, y una de ellas, el cúmulo de Tucán. Luego, La Tarántula, en la nube de Magallanes. Carina,y luego empezamos a individualizar las constelaciones zodiacales. No falto Neptuino, a la cita.Se hallaba en Piscis. Azul, al noroeste.Como a unos 50 grados. Urano, no pudimos verlo. Al final si Júpiter, bajo sobre el horizonte Este. Unos 15 grados, a la una de la mañana.
Pero el "plato fuerte", fueron las dos lluvias que vimos. Las gemínidas y las de la Vela, cerca del Cenit. A las doce, una , luego otra, y otra, y otra....Ibamos contando. Ale.,la 21!--...Oscar, la 31...etc..etc....¡llegamos a las 60! Azules, blancas, amarillas, pero en general, puntitos,las ,más de las veces,de poca duración, a no ser alguno que otro, de dos o tres segundos. Eso si, algunos brillantes,eh.Muy bonitos.De distinta dirección. Unos altos otros bajos. Desde el Norte desde el Este, y desde Sur,y el Oeste.
El espectáculo fue único Ale y yo, nunca habíamos visto tantas.
Fue único.
Se matizaba con sánwuches, y gaseosas. Y diversas charlas. Por ahi, algún zorro nos "hablaba",en la noche. Ja!. Pero nunca se acercaron. No les gusta mirar el cielo. A ellos,les gusta comer.JA!. Nosotros no habíamos invitado a estos comensales. Y ellos lo sabían. Ja!.
En la noche cerrada, se empezó a levantar viento. Los mosquitos se estaban yendo ya.
Y nosotros esperábamos más lluvias.De tanto en tanto, veiamos la nebulosa de Orión, tan bella,con sus alas y lados oscuros. Una belleza. Se notaba como un ave. Por ahi, está la Cabeza de Caballo. Pero nuestros equipos, no alcanzan a verla. Veiamos la via láctea,con su brazo de Perseo. Y notamos también,cómo subian Castor y Pollux. Algo que le dije yo a Ale-
--Ahora(como a las dos de la mañana) están más verticales, o menos oblicuas.
Las dos estrellas de Géminis. Yo le decia ¿será por la inclinación del eje terrestre?. Al pasar las horas, como éste se halla oblicuo, capaz que provoca este efecto. Como les digo, amigos,yo hago especulaciones, como astrónomo artesanal. No soy experto.Pero eso si,amo y me divierte este hobi, tanto,tanto, que me apasiona.Y sigo acopiando material, además, de salir y conocer mucha gente linda. Y como dijo Ale, hubieron más meteoros,que no vimos,debido a estar distraidos mirando los equipos,o buscando alguna gaseosa, o hielito. Pero con las 60, estamos satisfechos.
Esta vez,Walter no estuvo,pero siempre seguirá siendo nuestro guía del grupo El Firmamento.
A las cuatro de la matina, levantamos carpa. Llegamos a nuestra ciudad de Mendoza. Y asi, me dejó em mi departamento. Bajé todo, y bien...¡otra gran salida! La primera en duo. Agradezco a Alejandro.
¡Buenos y despejados cielos para todos y todas!.
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