Una velada hermosisima. Sin dudas. Comenzada con el paso por mi casa, de Alejandro Rosario, a las cinco y media mas o menos de la tarde, de este último sábado 21 de marzo, equinoccio de otoño. Había tomado mi mochila, con los prismáticos, galletas, y material astronómico,como el catálogo Dunlop, y un libro. Además, de apuntes para la verificación de los objetos Messier. Sería la Maratón que me debía hace años.
Entonces, como les decía, llegamos a la NASA, de Don Bosco, en el departamento de Walter, en nuestra Mendoza, capital. En ese lugar, se empezó a juntar gente. Para en algún rato, haber ocho autos, y una moto,con 26 personas. Todos listos,para vivir una noche emocionante.
Partí con Alejandro. Hablamos de distintas cosas,amenamente.
Luego estábamos todos en la explanada, al borde de una huella. En 3 de mayo, al norte de la provincia. El trayecto duró unos 35 minutos. Bajamos los cuatro telescopios, y ya nos esperaban los mosquitos. Ja!. Dispuestos todos a ver el cielo.
Se asomaba la Luna en creciente,por el Oeste, sobre unas montañas, a lo lejos. En unos minutos, alguien gritó
--.Allá está Venus!
Efectivamente,asomaba el Lucero de la Tarde. Yo lo pude ver con el telescopio de Alejandro.
Después,las primeras estrellas. No faltaron varios satélites. Fue una jornada satelital,ya que captamos unos siete de esos aparatos.
La fotógrafa, Cecilia, le sacó una imagen, a uno de ellos.
Iba pasando la noche, y empezó el recuento de los Messier. Uno a uno,fuimos verificando con Walter, pero mas o menos,pudimos ver una decena. O un poco más. Llegó el turno e Jupoter, y Saturno.
Magníficos. Walter hizo una reseña de la mitología,mientas los jóvenes preguntaban. Yo, pude meter algunos bocadillos,pero esencialmente, fue una jornada de observación atenta. Mas que de descripciones. Eso si, siempre hay -dentro de los 26 partipantes-.grupos que se juntan a charlar de distintos temas, haciendo la noche, amistosa y agradable. No hay que olvidar,que muchos se juntaban por primera vez, y querían hacer amigos. Desde luego los que deseen volver, lo harán quizas con mayor interés, para formar parte del staff de El Firmamento ,que está abierto a más salidas,y estudios del cielo. Al principio, la curiosidad puede dar paso a la pasión. Sobre todo, en los más jóvenes. Y hasta es posible que estemos incentivando a todos a hacer de esta afición una profesión, el día de mañana. O en todo caso, una dedicación como hobi permanente, para analtecer la ciencia y el amor a la naturaleza, al cielo, a las estrellas.
Nuestro grupo estuvo muy contento, y desde ya, quien escribe agradece la ocasión de volver a ver el cielo.
A las una y media de la mañana, ya quedábamos sólo cinco o seis, miembros, pues el fresco y las nubes, que avanzaban, hicieron que los demás, se fueran antes. Pero todos estábamos satisfechos.
En dos autos, nos retiramos de la zona de avistaje, para llegar al departamento de Walter,donde él Alejandro, y yo, tomando un té, nos dispusimos a escribir todo lo visto esa noche. Los objetos Messier, en un artículo breve y con
ciso,para la página de El Firmamento, que estará ahora disponible en este post.
La noche fue magnífica, y esperamos más.-
Todo terminó a las cinco de la mañana, cuando Ale,me trajo a mi casa. Gracias a todos, y a Walter por esta nueva experiencia.
Ah, y ¡buenos y despejados cielos para todos y todas!.http://www.elfirmamento.com.ar/
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