B.
SAXTON (NRAO/AUI/NSF); ALMA (NRAO/ESO/NAOJ); A. LEROY; STSCI/NASA,
ST-ECF/ESA, CADC/NRC/CSA. Un racimo de "semilleros de estrellas" en la
galaxia NGC 253
No
todas las galaxias generan estrellas por igual. Algunas, las
llamadas"galaxias con brote estelar", son capaces de transformar gas en
nuevas estrellas a un ritmo realmente vertiginoso, más de mil veces
superior al de una galaxia espiral típica, como nuestra Vía Láctea.
¿A
qué se debe esta enorme diferencia? Para comprender por qué algunas
galaxias muestran tanta actividad mientras que otras no lo hacen, un
equipo internacional de astrónomos utilizó el telescopio ALMA (Atacama
Large Millimeter/submillimeter Array) para diseccionar un grupo de
"semilleros de estrellas" en el corazón de NGC 253, la más activa de las
galaxias de nuestro entorno.
"Todas
las estrellas se forman en densas nubes de polvo y gas -explica Adam
Leroy, uno de los autores de la investigación-. Hasta ahora, sin embargo
los científicos se han peleado en vano por ver, exactamente, qué es lo
que sucede dentro de las galaxias con brote estelar para que sean tan
diferentes de otras regiones de formación de estrellas".
Pero
el telescopio ALMA ha puesto punto y final a esa duda gracias a su
capacidad para resolver individualmente las estructuras en las que las
estrellas naces, incluso en los sistemas más distantes. Como prueba de
esta extraordinaria capacidad, Leroy y sus colegas elaboraron un mapa
con la distribución y el movimiento de multitud de moléculas de esas
nubes en el núcleo de NGC 253, también conocida como "la galaxia de la
moneda de plata", en la constelación de Sculptor y a 11,5 millones de
años luz de distancia.
Esta
galaxia en forma de disco cuenta con una "factoría de estrellas"
realmente impresionante, y su relativa cercanía la convierte en un
candidato ideal para ser estudiada a fondo.
"Hay
una clase de galaxias -explica Leroy- y también partes de galaxias, en
las que sabemos que el gas forma estrellas mucho mejor que en otros
lugares. Para entender por qué, hemos elegido una de las regiones más
cercanas en las que eso sucede y la hemos diseccionado, capa a capa,
para ver qué es lo que hace que el gas de ese lugar sea tan eficiente a
la hora de fabricar estrellas".
La
excepcional resolución y sensibilidad de ALMA permitió a los
investigadores, primero, identificar hasta diez semilleros de estrellas
diferentes en el corazón de NGC 253, algo muy dificil de conseguir con
la anterior generación de telescopios, en las que las regiones
diferentes se fundían en una única mancha.
Después,
el equipo elaboró un mapa de diferentes moléculas del centro de la
galaxia. Algo de la máxima importancia, la que moléculas diferentes se
corresponden a condiciones diferentes tanto dentro como alrededor de las
nubes de polvo y gas en las que nacen las estrellas. Por ejemplo, el
monóxido de carbono (CO) se corresponde con los masivos envoltorios de
gas menos denso que suelen rodear a estas guarderías estelares. Otras
moléculas, como el cianuro de hidrógeno (HCN), revelan densas áreas de
intensa formación de estrellas.
De
esta forma, comparando la concentración, distribución y movimiento de
esas moléculas, los investigadores fueron capaces de "pelar" capa a capa
las nubes en las que se forman las nuevas estrellas de la galaxia NGC
253, y se dieron cuenta de que esas nubes son mucho más masivas, diez
veces más densas y mucho más turbulentas que otras nubes similares en
galaxias espirales ordinarias.
Estas
profundas diferencias sugieren que no es solo un mayor número de
"guarderías estelares" lo que hace que una galaxia fabrique más
estrellas, sino que también influye el tipo de guarderías estelares de
las que se trate. Dado que las nubes de formación estelar de NGC 253
"empaquetan" tanto material en tan poco espacio, resultan mucho mejores y
más eficientes, a la hora de formar estrellas, que otras nubes
aparentemente similares en galaxias como la Vía Láctea.
"Esas
diferencias -concluye Leroy- tienen implicaciones de gran alcance en la
forma en que las galaxias crecen y evolucionan. Lo que nos gustaría
saber ahora es si galaxias con brote estelar como NGC 253 producen,
además de más estrellas, también estrellas de tipos diferentes de las
que fabrican una galaxia como la Vía Láctea. Y ALMA nos está llevando
muy cerca de ese objetivo".
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