Me encontraba sin hacer nada. Ya,había hecho algunas texturas,con birome. Y pienso "¿y si voy a la casa de mis padres, a verlos"?. Eso hago. Al llegar me acuerdo de las gemínidas, lluvia de estrellas. Es martes trece, y en diciembre, se nos presentan. Le pido a mi papá, el prismático, Altair. El que le regalé. Entonces, salgo a la plaza del Barrio Cano. Me situo en el consorcio, y luego un poco más allá. Veo el cielo. Esta tibio el tiempo; algo fresco, se podría decir. Es la primera observación que hago desde mi barrio. Desde la plaza,digo. Tampoco nunca había llevado el telescopio,porque es peligroso por los cacos y vándalos.
Como decía, seguía viendo el espacio. Ahí, estaba Sirio, a unos grados más al sur, Canopus. Vi a Orión. Y estuve media hora.Despues, me vine a comer algo a mi casa. A las once, estaba anunciado el espectáculo de las gemínidas. Pero ¿quien molestaba esta noche?. Una Luna Llena, espléndida. Muy linda, y brillante, al norte. Como a unos 25 grados,tipo nueve o diez de la noche. Por ese motivo,y las luminarias,no pude ver nada. Se verían unas 20 por hora, según algumos informes. Hacia el Norte. Igual,Selene estaba hermosa,mostrando sus grises y blancos. Sus mares y cráteres.
Estuve moviéndome en la plaza, y sentándome, durante unos 40 minutos,entre las once y las once menos cuarto. Vi sí,Las Pléyades. Las Siete Cabritas. Muy bonitas. Vi seis, con una de ellas,-seguramente, Alciona- brillante, casi en el centro del grupo. Pero se podían distinguir,bien,con Altair,unas seis, y sólo una o dos,más, pero muy pero muy tenues.Mas abajo estaba Aldebarán. Una noche donde en la plaza,habian algunos niños andando en bicicleta, con sus padres, charlando. Me acerqué hasta la esquina de Jorge A. Calle,donde se encuentra, la policía, que cuida la entrada a la calle Boulogne Sur Mur en la entrada norte, hacia el departamento de Las Heras. Hice el recorrido, por la plaza. Veia cada tanto, el cielo,con mi Altair. Las Pléyades, otra vez. El cielo, estaba despejado. Ciento por ciento. 5/5. Y una temperatura de unos 15 grados.
Asi ya me estaba empezando a ir.Sobre todo por la presencia de unos muchachones,que tomaban cerveza. Pero no sin antes, de pegar una nueva mirada con mi prismáticos, al cielo del martes trece. No te cases, ni te ambarques. Ja!. Pero yo,me embarqué en visitar por primera vez,el barrio con mi prismático, el de papá, Altair. Una noche más.Esta vez, sin éxito con las geménidas. Pero otra vez será.Con alguna otra lluvia. Siempre hay.
¡Buenos y despejados cielos para todos!.
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