Tuve que dar varias vueltas, con llamadas telefónicas, a fin de encontrarme quién llevarme hasta la casa de la mujer de nuestro guía y amigo,Walter. Hasta que al final,me vino a buscar mi colega y amigo, Alejandro.
Llegamos y estaba la mesa lista,para la comida que se iba a realizar muy nutrida por cierto. Ya habían dos telescopios,muy interesantes. Los típicos que nos deleitan en las salidas. El cielo estaba límpido ,sin una nube,con la Luna llena, a cierta altura, y subiendo por el Este, el gigante Júpiter. Esta vez, los zancudos de Gabriel Gárcia Márquez, no estaban, tan presentes,por suerte.
Yo saqué de mi mochila,mis prismáticos. Proción ,-asi le llamo- estaba ávido de poder oscultar el cielo, tan lindo, de esta noche, del equinoccio de otoño,para nuestro hemisferio sur.
No faltarian en la cena astronómica, los ricos chorizos, con muchos sánwiches. La velada, sería agradable, y con once comenzales. Siempre chistes, y cargadas, amenizaron la noche.
La velada siguió con las observaciones pertinentes, las cuales hicimos hasta la cuatro de la matina.
Lo primero,fue ver la Luna que subía en culminación. Júpiter, se vió con sus bandas. Con dos de ellas. Algún avión, siempre presente en las noches. Y un meteoro, que alcanzó a ver, Walter.
Yo pude ver con mis binoculares, a Marte. ¡Que rojizo el estimado amigo de la noche!. Por el Este,subia. No faltó..¿quien?...EL señor de los Anillos....Saturno. Espectacular. Con su inclinación típica.
El joyero de la Cruz del Sur. Lo oscultamos muy bien. Y no faltó Omega Centauri, con el cual tube mi "bautismo" astronómico,en el año 2002, en Uspallata, Mendoza, con dos grupos de observación. Fue el primer cúmulo que vi, en mi vida.
Matizamos la velada, con conversaciioes, varias. Y café,con unas cervezas. La noche iba cayendo, para dar lugar a las charlas sobre oculares,y máquinas fotográficas. Hay algunos de nuestro grupo que saben mucho de todo esto. Y de telescopia. También se habló de las salidas, que se hicieron antes. La nocturna reunión, se estaba desarrollando muy hermosa. Y los planetas, me pareció, fueron la "frutilla del postre". Pero los cúmulos,no faltaron, eh. Walter los localiza muy bien. Lo msmo que Alejandro. Ellas tenian sus sendos telescopíos. No voy a dejar de destacar la hermosa casa de la pareja de Walter,con amplios jardines, y una pileta de natación. No la conocía.
Entonces, a las tres y media, de la linda matina, nos fuimos Gastón, y Alejandro, y yo. Ya habían partido para sus casas, Gabriel y Betsabé, con la familia de Pepe, de muy buen ánimo,y con una simpátia que suelo apreciar. No puedo de dejar de admirar, tampóco, al matrimonio de Gabriel y Betasebé, con los cuales charlé, y siempre me siento a tono.
Todo se realizó maravillosamente bien. Y como siempre pasa, termino con este comentario, y el siempre ¡buenos y despejados cielos para todos y todas!.
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