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martes, 31 de mayo de 2016
viernes, 27 de mayo de 2016
¿Esconde la naturaleza una quinta fuerza fundamental desconocida?
Unos físicos teóricos de Estados Unidos han sugerido que la hipótesis de unos científicos húngaros podría ser cierta.
La mayoría de los fenómenos naturales se pueden explicar gracias a cuatro fuerzas fundamentales: gravitacional, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil. Sin embargo, unos físicos de Hungría pueden haber encontrado una quinta fuerza que no conocíamos, informa el portal Popular Science.
Ya el año pasado, varios integrantes del Instituto de Investigación Nuclear de la Academia Húngara de Ciencias anunciaron este descubrimiento, pero hasta el momento nadie le había prestado demasiada atención. En su estudio, estos especialistas sugerían que habían hallado una nueva partícula: un fotón oscuro, análogo de los fotones convencionales, pero que funciona con la materia oscura.
Posteriormente, un grupo de físicos teóricos de la Universidad de California Irvine (Estados Unidos) revisó los resultados de esas pesquisas, comprobó que sus datos no entran en conflicto con las leyes de la física existentes y ha llegado a la conclusión de que sus colegas húngaros podrían haber encontrado la evidencia de que existe esa quinta fuerza fundamental.
De este modo, los científicos estadounidenses sugieren que la nueva partícula descubierta por el equipo magiar no era un fotón oscuro, sino un bosón X protofóbico, que podría llevar a una fuerza muy pequeña que actúa en un núcleo atómico. Este hecho confirmaría que sí se trata de una fuerza diferente.
lunes, 30 de mayo de 2016
a estrella devorada hasta convertirse en enana marrón
La enana blanca roba masa a una estrella, transformándola en enana marrón
Ha sido «canibalizada» por su compañera, una enana blanca, que ha consumido el 90% de su masa
Un equipo internacional de astrónomos ha detectado un objeto subestelar que fue una estrella antes de que su compañera enana blanca consumiera su masa. Ha sido descubierto al observar el débil sistema binario J1433, a 730 años luz de distancia.
El sistema consiste en un objeto de masa baja –unas 60 veces la de Júpiter– que se mueve en una órbita muy estrecha de 78 minutos alrededor de una enana blanca (el remanente de una estrella como nuestro Sol). Debido a su proximidad, la enana blanca ha quitado aproximadamente el 90% de masa a su compañera, transformando esa antigua estrella en una enana marrón. El estudio se publica en la revista Nature.
La mayoría de las enanas marrones son estrellas fallidas, objetos que nacieron con tan poca masa que no pueden brillar al ser incapaces de mantener reacciones de fusión de hidrógeno en su núcleo. Sin embargo, esta enana marrón nació como una estrella de pleno derecho, pero ha sido despojada de su masa por un canibalismo estelar durante miles de millones de años.
«Nuestros resultados confirman que la transformación exitosa de una estrella en una enana marrón es posible», destaca el autor principal, Juan Venancio Santisteban Hernández, un estudiante de doctorado de la Universidad de Southampton (Reino Unido).
«Los conocimientos que teníamos sobre la evolución de binarias sugerían que, si la estrella compañera puede sobrevivir a la transición, las enanas marrones deberían ser comunes en este tipo de sistemas –añade–. Sin embargo, a pesar de varios esfuerzos, solo se habían encontrado unos pocos candidatos con posibles evidencias de compañeros de enana marrón».
Para realizar las observaciones se utilizó el instrumento X-Shooter, situado en el Very Large Telescope (VLT) del observatorio Paranal en Chile, con el que detectaron directamente y pudieron caracterizar un sistema inusual como J1433, que ha sobrevivido a una transición tan traumática.
«X-Shooter es un instrumento único que permite observar objetos astronómicos simultáneamente en diversas longitudes de onda, desde el ultravioleta hasta el infrarrojo, lo que nos ha permitido diseccionar la luz de este sistema y descubrir la señal oculta de la tenue enana marrón», explica Santisteban.
Diferente temperatura
El equipo de astrónomos, en el que también han participado investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias y otros centros europeos, también utilizó sus datos para mapear la temperatura de la superficie de la enana marrón. Esta no es uniforme, ya que este objeto subestelar relativamente frío está fuertemente irradiado por la mucho más caliente enana blanca.
La cartografía térmica muestra una clara diferencia de temperatura entre el lado diurno (el que da a la enana blanca) y el nocturno. En promedio, la diferencia entre ambas zonas es de unos 57 grados centígrados, pero entre las partes más calientes y las más frías de la superficie de la enana marrón las diferencias alcanzan los 200 ºC.
El profesor Christian Knigge de la Universidad de Southampton, que inició y supervisó el proyecto, considera que la construcción de este mapa de temperatura es un logro significativo: «En muchos planetas gigantes –los llamados Júpiter calientes– la irradiación por la estrella anfitriona supera por completo el flujo de calor interno del planeta. Por el contrario, en este caso, el flujo de calor interno y la irradiación externa son comparables en la enana marrón».
«Esto representa un régimen o situación sin explorar, por lo que este tipo de sistemas son muy valiosos como laboratorios para comprender mejor las atmósferas planetarias y subestelares», concluye el profesor.
FUENTE: ABC.ES
Retrato de un mundo más allá de Plutón
Observación de New Horizons del objeto 1994 JR1 en abril de 2016, señalado por la flecha. Los otros puntos son las estrellas de fondo. - Universidad Johns Hopkins/Instituto de Investigación del Suroeste/NASA
La sonda New Horizons echa un vistazo a un objeto del Cinturón de Kuiper, a 5.000 millones de km del Sol
El Cinturón de Kuiper, una distante región del Sistema Solar, es el reino de los planetas enanos y congelados. Allí, en órbita a 5.000 millones de km del Sol, más allá de Plutón, una roca en particular ha sido observada por la nave espacial New Horizons de la NASA. Se llama 1994 JR1 y mide 145 kilómetros de ancho. ¿Su valor? Que puede ayudar a los científicos a entender mejor el origen de nuestro sistema y, por tanto, de nuestro propio mundo.
La New Horizons echó un vistazo sobre este KBO (por «Kuiper Belt Object», Objeto del Cinturón de Kuiper) los días 7 y 8 de abril a una distancia de unos 111 millones de km. Las imágenes rompen el propio récord de la nave, que ya había observado el mismo objeto con anterioridad, en noviembre de 2015, pero a 280 millones de km de distancia.
Simon Porter, miembro del equipo científico de New Horizons en el Instituto de Investigación Southwest (SwRI) en Boulder, Colorado (EE.UU.), cree que las observaciones contienen varias conclusiones valiosas. «La combinación de las observaciones de noviembre de 2015 y abril de 2016 nos permite determinar la ubicación de JR1 mucho mejor que cualquier pequeño objeto del cinturón», asegura. Esta órbita más precisa también permite que el equipo científico disipe la teoría, sugerida hace varios años, de que JR1 es un cuasi-satélite de Plutón.
Un día de cinco horas
El equipo ha logrado determinar el período de rotación del objeto, observando los cambios en la luz reflejada por su superficie. De esta forma, ha determinado que un día de JR1 dura 5,4 horas. «Eso es relativamente rápido para uno de estos objetos», señala el miembro del equipo científico de John Spencer, también de SwRI. «Todo esto forma parte de la emoción de explorar nuevos lugares y ver cosas nunca antes vistas».
Spencer añade que estas observaciones son una buena práctica para la posible detección de otros objetos del Cinturón de Kuiper en los próximos años si es que la NASA extiende la misión de la New Horizons. La nave atravesó el sistema de Plutón el 14 de julio de 2015, haciendo las primeras observaciones cercanas del planeta enano y su familia de cinco lunas. La nave espacial está en curso para un sobrevuelo cercano de otro objeto del cinturón, 2014 MU69, el 1 de enero de 2019.
FUENTE: ABC.ES
miércoles, 25 de mayo de 2016
martes, 24 de mayo de 2016
NUEVAS OBSERVACIONES EN EL FRENTE DE MI EDIFICIO
Decido sacar al frente de mi entrada, al telescopio Antares. Está Marte, al Este. Lo trato de enfocar. En eso,pasa Andrea, una bonita vecina.
--Aprovecha para ver ahora,antes que vuelvan los días, nublados.
--Si, hola...
Y sigo mirando. No lograré ver a Marte, esta noche. Pero al volver a pasar Andrea, en sentido contrario, charlo con ella,y su hijo,y con les digo
--Ya les traigo los binoculares, para que vean. Con el telescopio es más difícil.
Entro y vemos Marte. Muy lindo. Hablo con Andrea, de astronomía y mis salidas a Lavalle. La invito a ir, en diciembre..Dice que le en encanta ver la Luna, las estrellas. Acepta el convite.
Pero en verano,porque en invierno,hace mucho frío. Hablamos y vemos a Marte. Viene una señora, y le trato de mostrar el planeta. No lo ve. Y vienen dos niñas.No lo captan, tampoco.
Después, pasa una parejita de novios, y les hago ver con el prismático. Lo ven.Y el muchacho, me felicita, y me preguntó si estudio esto."Astrología". comenta. No,le digo, es más científico. s Astronomía, ya que Astrología, es lo de los horóscopos.
Pero no sigo mirando,porque tenia valiosos instrumentos, afuera. Me da algo de temor. Y entro los aparatos.
¡Buenos y despejados cielos para todos!.
lunes, 23 de mayo de 2016
MARTE Y ALGUNAS ESTRELLAS. OBSERVACIONES.
Saqué mi telescopio Antares,al patio. Enseguida enfoqué el mismo, hacia el Oeste,y vi a Sirio. También a un triángulo,muy lindo de estrellas,de una magnitud, aproximada, a 4 o 5. Blanco-azuladas,como suelen,ser,la mayoría. Y después, unas 20 estrellas más. Al sudoeste, vi varios astros más. Una de ellas, amarilla-rojiza. Pero hacía frio. Entonces,luego de menos de media hora,entré el Antares.Lo que hice luego, es ir a la casa de mi papá, y enfrente de mi edificio...ahi estaba,reluciente. ¡Marte al Este!.Como a 40 grados. Tomé mi prismático, Proción, el de 12 x 50, y lo vi al planeta rojo. Muy bonito,eh. Como de medio milímetro,aparente. }
La tarde-noche, termina. Y despues de varias semanas, con nubes,y lloviznas, espero ¡buenos y despejados cielos para todos!.
domingo, 22 de mayo de 2016
sábado, 21 de mayo de 2016
martes, 17 de mayo de 2016
Entrada nueva en BLOG DE FÍSICA |
Diez hechos inesperados e interesantes del sistema solarby A. Arrieta |
Una
colección de 10 hechos inesperados e interesantes acerca de nuestro
sistema solar, nuestro sol y su familia de planetas, son revelados por
Larry Sessions escritor de EarthSky sobre astronomía y otros tópicos relacionados de ciencias físicas.
1. El planeta más caliente no es el más cercano al Sol.
Mucha
gente sabe que Mercurio es el planeta más cercano al sol, que se ubica a
menos de la mitad de la distancia de la Tierra. No es un misterio, por
lo tanto, ¿por qué la gente asume que Mercurio es el planeta más
caliente?.
Sabemos
que Venus, es el segundo planeta más cercano al sol, se ubica en
promedio a 30 millones de millas más lejos del Sol que Mercurio. La
suposición natural es que al estar más lejos, tiene que ser más fresco.
Pero las suposiciones pueden ser peligrosas.
Mercurio
no tiene atmósfera, no tiene una manta térmica para ayudarse a mantener
el calor del sol. Venus, por otra parte, está envuelto por una
atmósfera inesperadamente gruesa, alrededor de 100 veces más gruesa que
la nuestra en la Tierra. Esto en sí mismo normalmente servirá para
evitar que parte de la energía del sol se escape de vuelta al espacio y
así se eleva la temperatura global del planeta.
Pero
además del espesor de la atmósfera, esta se compone casi en su
totalidad de dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero. El
dióxido de carbono permite pasar libremente la energía solar, pero es
mucho menos transparente a la radiación de longitud de onda más larga
emitida por la superficie calentada.
Así,
la temperatura se eleva a un nivel muy por encima de lo que cabría
esperar, por lo que Venus es el planeta más caliente del sistema solar.
De hecho, la temperatura media en Venus es de unos 875 grados F, lo suficientemente caliente como para fundir el estaño y el plomo.
La temperatura máxima en Mercurio, el planeta más cercano al sol, es de unos 800 grados F.
Además, la falta de atmósfera hace que la temperatura de la superficie
de Mercurio pueda variar cientos de grados, mientras que la espesa capa
de dióxido de carbono mantiene la temperatura de la superficie de Venus
constante, casi no varía en absoluto, en cualquier parte del planeta o
en cualquier momento del día o de la noche!.
2. Plutón es más pequeño que EE.UU..
La
mayor distancia a través de los estados contiguos de Estados Unidos es
de casi 2,900 millas (desde el norte de California a Maine). Las mejores
estimaciones actuales indican que Plutón tiene poco más de 1400 millas
de diámetro, menos de la mitad de la anchura de los EE.UU. Ciertamente,
en tamaño es mucho menor que cualquier planeta importante, tal vez por
eso es un poco más fácil entender por qué hace unos años fue degradado
de su estatus de planeta completo. Ahora se conoce como un planeta enano .
3. George Lucas no sabe mucho acerca de los campos de asteroides.
En
muchas películas de ciencia ficción, las naves a menudo están en
peligro por campos de asteroides molestos. En la actualidad, el único
cinturón de asteroides que conocemos que existe se ubica entre Marte y
Júpiter, y aunque hay decenas de miles de asteroides en el mismo (tal
vez más), se encuentran bastante espaciados y la probabilidad de chocar
con uno de ellos es pequeña. De hecho, una nave espacial debe ser
deliberada y cuidadosamente guiada hacia los asteroides para tener la
oportunidad de fotografiar incluso uno. Dada la supuesta forma de la
creación, es muy poco probable que los viajeros espaciales se puedan
encontrar enjambres de asteroides o campos en el espacio profundo.
4. Existen volcanes de agua similares a los volcanes de magma.
Cuando
se mencionan volcanes todo el mundo piensa inmediatamente en el Monte
St. Helens, Monte Vesubio, o tal vez en la caldera de lava del Mauna Loa
en Hawai. Los Volcanes siempre requieren roca fundida llamada lava (o
“magma” cuando todavía es subterránea), ¿verdad? Realmente no.
Se
forma un volcán cuando un depósito subterráneo de un mineral caliente,
líquido o gas entra en erupción sobre la superficie de un planeta u otro
cuerpo astronómico no estelar. La composición exacta del mineral puede
variar enormemente. En la Tierra, la mayoría de los volcanes de lava (o
magma) tienen silicio, hierro, magnesio, sodio, y una serie de
minerales complicados.
Los volcanes de la luna Io
de Júpiter parecen estar compuestos en su mayoría de azufre y dióxido
de azufre. Pero puede ser más simple que eso. En la luna de Saturno Encelado, o en la luna de Neptuno Tritón,
y en otros, la fuerza impulsora es el hielo, agua congelada! El agua se
expande cuando se congela y enormes presiones se puede acumular, al
igual que en un volcán normal en la Tierra.
Cuando el hielo entra en erupción, se forma un criovolcán.
Así los volcanes pueden operar con agua, igual que en el caso de los
volcanes de roca fundida. Por cierto, tenemos erupciones a escala
relativamente pequeña de agua en la Tierra llamados géiseres. Están
asociados con el agua sobrecalentada que entra en contacto con un
depósito caliente de magma.
5. El borde del sistema solar se ubica 1.000 veces más lejos que Plutón.
Todavía
se puede pensar en el sistema solar que se extiende fuera de la órbita
del muy querido planeta enano Plutón. Hoy en día incluso no se considera
a Plutón, un planeta de pleno derecho, pero se mantiene la impresión.
Aún así, hemos descubierto numerosos objetos en órbita alrededor del sol
que están considerablemente más lejos que Plutón. Estos son los Objetos Trans-Neptuno (TNO), o los Objetos del Cinturón de Kuiper (KBO).
El
cinturón de Kuiper, el primero de los dos depósitos del sol de material
cometario, se extendiende a 50 o 60 unidades astronómicas (UA, o la
distancia media de la Tierra al Sol). Una parte aún más lejos del
sistema solar, es la enorme pero tenue nube del cometa Oort, que puede
extenderse a 50.000 UA del sol, o alrededor de medio año luz – más de
mil veces más lejos que Plutón.
6. Casi todo en la Tierra es un elemento raro.
La
composición elemental del planeta tierra es sobre todo de hierro,
oxígeno, silicio, magnesio, azufre, níquel, calcio, sodio y aluminio.
Mientras que tales elementos han sido detectados en lugares de todo el
universo, no son más que elementos traza, muy ensombrecidos por
la mayor abundancia de hidrógeno y helio. Por lo tanto la Tierra, en su
mayor parte, se compone de elementos raros. Esto no significa ningún
lugar especial para la Tierra, sin embargo. La nube de la que se formó
la Tierra tenía una abundancia mucho mayor de hidrógeno y helio, pero
siendo gases ligeros, fueron expulsados al espacio por el calor del sol
conforme se formó la Tierra.
7. Hay rocas de Marte en la Tierra.
El
análisis químico de los meteoritos encontrados en la Antártida, el
desierto del Sahara, y en otros lugares han sido mostrados por diversos
medios que se originaron en Marte. Por ejemplo, algunos contienen bolsas
de gas que son químicamente idénticos a la atmósfera de Marte. Estos
meteoritos pueden haber sido arrojados lejos de Marte debido a un
meteoro más grande o a un impacto de un asteroide en Marte, o por una
enorme erupción volcánica, y más tarde chocaron con la Tierra.
8. Júpiter tiene el mayor océano de cualquier planeta.
Órbita
en el espacio frío cinco veces más lejos del Sol que la Tierra. Júpiter
ha retenido niveles mucho más altos de hidrógeno y helio que cuando se
formó nuestro planeta. De hecho, Júpiter es principalmente hidrógeno y
helio. Dada la masa y composición química del planeta, las presiones
físicas debajo de las nubes frías se elevan hasta el punto de que el
hidrógeno debe convertirse en líquido. De hecho debería haber un océano
profundo planetario de hidrógeno líquido. Los modelos de computadora
muestran que no sólo es el océano más grande conocido en el sistema
solar, sino que tiene unos 40.000 km de profundidad – más o menos tan
profundo como el diámetro de la Tierra.
9. Incluso los cuerpos muy pequeños pueden tener lunas.
Antes
se pensaba que sólo los objetos tan grandes como los planetas podrían
tener satélites naturales o lunas. De hecho, la existencia de lunas, o
la capacidad de un planeta para controlar gravitacionalmente una luna en
órbita, fue utilizado a veces como parte de la definición de qué es
realmente un planeta.
Simplemente
no parece razonable que los cuerpos celestes más pequeños tengan
suficiente gravedad para mantener una luna. Después de todo, Mercurio y
Venus no tienen ninguno en absoluto, y Marte sólo tiene pequeñas lunas.
Pero en 1993, la sonda Galileo pasó cerca del asteroide Ida de 20 millas de ancho y descubrió su gran luna de una milla, Dactilo.
Desde entonces se han descubierto lunas que orbitan cerca de 200
planetas menores, lo que complica aún más la definición de un planeta verdadero.
10. Vivimos en el interior del sol.
Normalmente
pensamos en el sol como una bola grande, caliente de luz a 93 millones
de millas de distancia. Pero, en realidad, la atmósfera exterior del Sol
se extiende mucho más allá de su superficie visible.
Nuestro
planeta orbita dentro de esta tenue atmósfera, y vemos evidencia de
esto cuando las ráfagas del viento solar generan en el Norte y en el sur
las auroras boreales. En ese sentido, no cabe duda vivimos “dentro” del
sol.
Pero
la atmósfera solar no termina en la Tierra. Las auroras se han
observado en Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y hasta distantes. De
hecho, la atmósfera solar exterior, llamada heliosfera, se extiende al menos a 100 UA, eso es casi 10 billones de millas.
lunes, 16 de mayo de 2016
NOTICIAS DEL COSMOS
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La cantidad de metales en las galaxias tempranas desafía la teoría de formación de estrellas |
12/5/2016 de W. M. Keck Observatory / The Astrophysical Journal Una de las galaxias observadas en este estudio (rodeada por un rectángulo azul). La luz recibida de esta galaxia del Universo lejano nos indica, a partir de las líneas de emisión del hidrógeno, el oxígeno y el neon, que estas galaxias siguieron unas reglas distintas para producir los elementos pesados. Crédito: 3D-HST / NASA / ESA / STSCI. Un equipo internacional de científicos de ETH Zurich (Suiza), ha estudiado, en el observatorio W. M. Keck, el papel de la formación de estrellas en el contenido de metales de galaxias lejanas. Lo que han descubierto es que las cantidades de metales son muy parecidas, independientemente de la actividad de formación de estrellas, creando preguntas nuevas sobre la teoría de formación de estrellas. Los científicos reunieron datos de 41 galaxias normales que están formando estrellas a 11 mil millones de años luz de distancia, utilizando el instrumento MOSFIRE instalado en el telescopio Keck I, uno de los mayores telescopios ópticos del mundo. Los investigadores encontraron que las galaxias típicas que están formando estrellas en el Universo dos mil millones de años después del Big Bang sólo tienen un 20 por ciento de metales (elementos más pesados que el helio) comparadas con las del Universo de hoy en día. También descubrieron que el contenido en metales es independiente de la intensidad de la actividad de formación de estrellas, en contraste con lo que se sabe que ocurre en galaxias recién formadas, o cercanas. El contenido de metales en las galaxias que forman estrellas es el resultado de una compleja interacción entre gas procedente de la galaxia, formación de estrellas en la galaxia y gas escapando de la galaxia en el contexto cosmológico. Cuánto metal hay en el sistema y si existe correlación entre el contenido de metales y la actividad de formación de estrellas proporciona datos importantes sobre cómo evolucionan las galaxias en el Universo lejano. "Si extrapolamos lo que se sabe del Universo local, esperarías una metalicidad mayor en galaxias que forman estrellas menos activamente de lo que ellos han encontrado", comenta Hien Tran, del observatorio Keck, que no participó en la investigación. "Es parte de la evolución normal estelar y de las galaxias. El equipo de Onodera se dio cuenta de que el papel de la formación de estrellas no es tan importante a grandes distancias como lo es a cero. Comprender la relación entre metalicidad, ritmos de formación estelar y la masa de las galaxias formadoras de estrellas nos ayuda a conocer mejor la evolución de las galaxias". Dado que los astrónomos no observaron ninguna influencia de la intensidad de la formación de estrellas en el enriquecimiento en metales de las galaxias lejanas, esto nos está indicando que las condiciones físicas que regulan la formación de estrellas en las galaxias en el Universo primitivo es posiblemente diferente de lo que vemos en el Universo de hoy en día. Esto podría tener relación con el hecho de que el ritmo de formación de estrellas no puede mantenerse al nivel del ritmo de acreción de gas del tejido cósmico. |
domingo, 15 de mayo de 2016
miércoles, 11 de mayo de 2016
Hay muchas más galaxias de las que se creía
Hay muchas más galaxias de lo que se creía. O por lo menos así es en el Universo primitivo, según revela un estudio llevado a cabo por investigadores de la universidad británica de Sussex. Lo cual podría resolver el misterio de cómo es posible que en una época muy temprana del Universo ya existieran galaxias extremadamente activas y brillantes. Se podría decir que lo que han hecho los científicos es «disipar» las inmensas nubes de gas y polvo en el Universo distante y «echar un vistazo» a lo que se escondía tras ellas. Toda una sorpresa, ya que el brillo de todo ese polvo calentado que llega hasta nuestro planeta se debe a tres o cuatro galaxias y no a una sola, como se pensaba hasta ahora.
El estudio, que aparecerá próximamente en «Monthly Notices of the Royal Astronomical Society» y que se puede consultar ya en ArXiv, se ha realizado aplicando métodos estadísticos a los datos del telescopio espacial Herschel, y ha conseguido resolver uno de los grandes enigmas de la Astrofísica.
Para Jillian Scudder, autor principal de la investigación, «se trata de unos resultados realmente interesantes, porque cuando asumimos que una sola galaxia debe ser la única responsable de la totalidad de la emisión de polvo, significa también que esa galaxia debe de estar formando un número enorme de estrellas. Y esa tasa de formación estelar en una galaxia del Universo primitivo es algo muy difícil de explicar. Pero al descubrir que cada galaxia son en realidad dos o tres, hemos reducido en un tercio el número de estrellas que cada una de ellas tiene que producir».
Las observaciones del Universo lejano en el rango de los infrarrojos arroja imágenes de una resolución relativamente baja, por lo que cada objeto detectado por el Herschel aparece difuminado en un área equivalente a 26 veces la longitud de la Vía Láctea. Si pudiéramos observar ese trozo de espacio con más resolución, nos daríamos cuenta de que a menudo no se trata de una, sino de varias galaxias juntas.
Galaxias que se solapan
Esta súbita abundancia de galaxias hace también que sea mucho más difícil averiguar cuál de ellas exactamente es la responsable del brillo del polvo que captamos desde la Tierra. Lo lógico sería asignar la responsabilidad a la galaxia que estuviera más cerca del centro de la nube de polvo y gas. Pero no siempre hay una en esa posición tan privilegiada.
En este estudio, los investigadores han utilizado métodos estadísticos para hallar la mejor forma de «asignar» la luz captada por el Herschel, teniendo para ello en cuenta la posición de las galaxias conocidas y más cercanas a la nube. Si alguna de ellas se encuentra en el centro exacto, entonces probablemente sea esa la responsable de la mayor parte, incluso de la totalidad del resplandor captado por el telescopio. Sin embargo, si no se observan galaxias justo en la zona central de la nube de polvo, o si el resplandor no es perfectamente esférico, entonces es más que probable que más de una galaxia esté contribuyendo a generar el brillo.
Para Scudder, «incluso después de haber descubierto varias galaxias detrás del resplandor de cada nube de polvo, cada una de ellas sigue siendo aún muy brillante y está formando un montón de nuevas estrellas. Y el hecho de que haya varias galaxias brillantes tan cerca unas de otras puede significar que están interactuando de alguna forma entre ellas, lo que puede ayudar a explicar cómo llegaron a ser tan brillantes en una época tan temprana».
Durante el estudio se observó una muestra de 360 objetos brillantes detectados por Herschel, y prácticamente todos (el 95% de ellos) estaba formado por lo menos por dos galaxias diferentes.
FUENTE: ABC.ES
sábado, 14 de mayo de 2016
¿Marte en Turquía? Hallan una 'réplica' de las condiciones del Planeta Rojo en tres lagos salados
Si le gustaría conocer en detalle la realidad de Marte, no es necesario que piense en viajar tan lejos. Un grupo de científicos turcos ha descubierto semejanzas entre tres lagos salados de su país y el Planeta Rojo.
Un equipo de microbiólogos de la Universidad Tecnológica de Estambul estudia microorganismos que habitan los lagos salados turcos de Acigol, Salda y Yarisli convencidos de que ello puede arrojar luz sobre la condiciones que pueden hacer posible la existencia de vida en Marte y en otros planetas y lunas.
Por ejemplo, Enceladus, satélite de Saturno, cuenta con océanos extremadamente salados con un nivel alcalino de pH que oscila entre 9 y 12. Los citados lagos turcos presentan un índice semejante que varía entre 8,6 y 9,5.
"Queremos identificar las especies que nos puedan ayudar a estimar la posibilidad de supervivencia de organismos semejantes en condiciones extraterrestres", explica Nurgül Balci, jefa del equipo científico que analiza los lagos turcos y sus microorganismos teóricamente capaces de tolerar el ambiente de otros planetas.
Balci y su equipo estudiaron la biosfera de los lagos tras advertir las semejanzas entre las formaciones montañosas que los rodean y las de Marte. Se trata de estromatolitos, unas estructuras geológicas formadas por los sedimentos de lagos, calcio y magnesio producidos por microbios.
FUENTE: RT NOTICIAS
sábado, 14 de mayo de 2016
Revelada la increíble historia del «polvo de estrellas»
Las motas de polvo estelar fueron cortadas en finas láminas de 70 nanómetros - NASA
Investigadores de la NASA encuentran fragmentos de antiguas estrellas en el interior de meteoritos
Su viaje comenzó en algún lugar de nuestra galaxia, muchos millones de años antes de que el Sol o la Tierra empezaran siquiera a formarse. Son diminutas partículas de polvo que lograron sobrevivir a la muerte de las estrellas de las que una vez formaron parte y que desde entonces, durante eones, han vagado sin rumbo por el espacio. Algunas de esas partículas terminaron formando parte de meteoritos y unos pocos de esos meteoritos, en una increíble carambola cósmica, cayeron por fin en nuestro planeta. Ahora, científicos de la NASA han identificado esas partículas primordiales y han sido capaces de reconstruir su extraordinaria historia.
Durante su interminable viaje, estos granos de polvo estelar han sido bombardeados en el espacio por una intensa radiación cósmica y han sufrido las ondas de choque de estrellas que han explotado en forma de supernovas. Los investigadores que las descubrieron, de la División de Investigación de Astromateriales del centro espacial Johnson, de la NASA, han tenido que utilizar las últimas tecnologías disponibles para extraer la valiosísima información que contienen. Los resultados del estudio se acaban de publicar en la revista Astrophysical Journal.
Fue necesario coordinar el trabajo de varios laboratorios para que estos diminutos restos de estrellas lejanas y ya desaparecidas revelaran información detallada sobre las condiciones en las que vivieron y sobre lo que se se fueron encontrando después en su largo viaje a través de la Vía Láctea. "Estos pequeños granos de polvo -afirma Scott Messenger, uno de los autores de la investigación- revelan detalles increíbles de sus estrellas madre, de su viaje a través de la galaxia y de la historia temprana de nuestro Sistema Solar. La astrofísica de laboratorio es un poderoso complemento a la forma tradicional de estudiar el cosmos a través de telescopios".
Los científicos lograron determinar, por ejemplo, las firmas de isótopos concretos y estructuras a escala atómica de granos individuales de polvo estelar de menos de una milésima de milímetro de tamaño, algo que dificultó enormemente el análisis. Los granos de polvo de estrellas fueron descubiertos gracias a su extraña y exotica composición isotópica, fruto de reacciones nucleares sucedidas en lo más profundo de los núcleos de los soles de los que formaron parte. Reacciones, por cierto, que les imprimieron una composición completamente distinta a la de los granos de polvo que se forman en nuestro propio Sistema Solar. En concreto, la abundancia de diferentes isótopos del oxígeno revela el tipo de estrella a la que esos granos pertenecieron.
Antes de que se formara el Sol
"Cerca de uno de cada 5.000 granos de los meteoritos que estudiamos fue producido por otra estrella mucho antes de que nuestro Sistema Solar se formara -explica Ann Nguyen- autora principal del estudio-. Después de analizar uno por uno millones de granos de polvo de esos meteoritos, logramos identificar a tres grandes productores de polvo en la galaxia: estrellas gigantes rojas, supernovas y novas. El siguiente paso fue determinar la química y la estructura de esos granos, para responder a cuestiones como: ¿bajo qué condiciones se formaron? ¿Cómo de diferentes eran esas condiciones estelares comparadas con las más violentas explosiones de estrellas? ¿Con qué tipo de entornos se encontraron estos granos durante su viaje hacia nuestro Sistema Solar?
Las respuestas se abordaron cortando en finísimas láminas nueve de los granos de polvo estelar. Cada una de las secciones obtenidas tenían apenas 70 nanómetros de grosor (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro) y fueron analizadas con un microscopio electrónico de transmisión (TEM). Los análisis revelaron que las partículas de polvo se habían formado en tipos muy diferentes de estrellas, y los investigadores lograron determinar las condiciones reinantes en los núcleos de cada una de esas estrellas ya desaparecidas.
Dos de los granos analizados mostraban, además, signos de haber estado sometidos a una intensa radiación cósmica durante su larga permanencia en el espacio, tras la muerte de sus estrellas. Uno de esos dos granos procedía de una gigante roja, el otro de una supernova. "La composición química del polvo -explica Nguyen- indica que originalmente se formaron como cristales, pero después se toparon en el espacio con radiación suficiente como para destruir sus estructuras cristalinas. Algo realmente muy raro de encontrar".
FUENTE: ABC.ES
sábado, 14 de mayo de 2016
¡PUCHA!. LAS NUBES SIGUEN OPACANDO LA VISIÓN.
Empecé a ver el cielo,con mi telescopio Antares, que dicho sea de paso,el 30 de mayo, va a cumplir sus primeros tres añitos. Ja!.
Vi algo. A partir de las siete y media de la tarde-noche, en este equinoccio de otoño. Las primeras cuatro estrellas,las observé al Norte.Una rojiza, linda.Como de magnitud telescópica, cuatro o cinco. Otras de seis,blanco-azuladas. Luego en el sudoeste. Alli ya vi, como diez o doce.Un triágulo escaleno de estrellas,de poca magnitud. Una, muy tenue, en el vértice de arriba. Digamos orientado hacia el Este. Porque se invierte la posición, como ustedes saben. El telescopio es reflector. Despues, a las ocho de la tarde, mas o menos,me hago un café, y ya ..¡se nubla!. Con un cielo algo rojizo,anaranjado,por la difusión de la luz de la ciudad, en las nubes, algo bajas.
Bueno, parece que ya no habrá buen cielo,hoy. La temperatura ambiente, es de 13 grados,
Esperemos buen cielo. ¡Mejores!.
viernes, 13 de mayo de 2016
lunes, 9 de mayo de 2016
viernes, 6 de mayo de 2016
jueves, 5 de mayo de 2016
URGANDO EN LOS LIBROS. HOY: "CÁSTOR Y PÓLUX".
Revisando el libro de Enrique Calvet de los años 50, "Maravillas del Cosmos", pude leer lo siguiente, en la página 210:
"Antiguamente se creyó que Cástor y Pólux, las dos estrellas principales de la constelación de los Gemelos, tenían un movimiento común, pero la observación sistemática de sus variaciones de posición ha demostrado que Pólux marcha mucho más aprisa que Cástor, y, además,que ambos movimientos no son paralelos, sino ligeramente convergentes, también el espectroscopio muestra que,en el sentido del rayo visual, Pólux se dirige hacia nosotros, a la velocidad de 64 kilómetros por segundo,mientras que Cástor se aleja a 45 kilómetros por segundo"
Este dato, debe ser contrastado, con la actual astronomía, de 60 años después, porque es posible que haya sido corregido. Sin embargo, vale para poder determinar, cómo se encontraban los estudios astronómicos, en los años 50.
domingo, 1 de mayo de 2016
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